Este jueves 5 de junio, los ministros de Transporte de la Unión Europea votarán una reforma al Reglamento (CE) n.º 261, considerado durante más de dos décadas como la piedra angular de los derechos de los pasajeros aéreos en todo el mundo.
Si se aprueba, la propuesta permitiría que las aerolíneas retrasen vuelos hasta 12 horas sin obligación de compensar a los pasajeros, debilitando en un 85% las protecciones actuales, según AirHelp, compañía tecnológica experta en derechos de los pasajeros aéreos. Este cambio representaría el mayor retroceso en la historia de la protección al consumidor en la UE.
Airlines for Europe (A4E) presiona con argumentos engañosos
En un comunicado reciente, Airlines for Europe (A4E) afirmó que “el 70% de los vuelos cancelados podrían salvarse» con la revisión propuesta, sugiriendo que ampliar los umbrales de retraso reduciría cancelaciones. Esta narrativa, para AirHelp, es altamente engañosa y fundamentalmente errónea.
Las aerolíneas no cancelan vuelos para evitar pagar compensaciones debido a que, en realidad, las cancelaciones son mucho más costosas que los retrasos, ya que implican reembolsos, reubicación de pasajeros y graves disrupciones operativas en toda su red.
La compañía tecnológica indica que los retrasos y cancelaciones se deben principalmente a mala planificación, falta de personal, escasez de tripulación y otras ineficiencias operativas. Cambiar las normas de compensación no resolverá ninguno de estos problemas, pero sí eliminará el principal incentivo que tienen las aerolíneas para mantener la puntualidad.
Lo que A4E realmente busca es reducir su responsabilidad, a pesar de que las aerolíneas ya están exentas de compensación cuando el retraso no es su culpa. Al limitar aún más los casos en los que deben compensar, se traslada el coste de las interrupciones del operador al consumidor, debilitando la fiabilidad del sistema.
Recientemente, los grupos de presión de las compañías aéreas han programado una reunión 24 horas antes de la votación prevista en el Consejo. Se trata de un intento de presionar definitivamente a la Unión Europea para que suprima los beneficios contemplados en la CE 261.
Procedimiento antidemocrático y sin consulta pública
Además del contenido de la reforma, preocupa gravemente el proceso elegido para su aprobación. El Consejo de la UE planea burlar al Parlamento Europeo utilizando una posición parlamentaria desfasada de 2014, evitando así el debate público y la posibilidad de introducir enmiendas que protejan los intereses actuales de los pasajeros europeos.
Tomasz Pawliszyn, CEO de AirHelp y presidente de APRA, afirma que «nunca antes se ha recortado de forma tan abrupta un derecho consolidado del consumidor en la UE, ni se ha hecho mediante un procedimiento tan acelerado y opaco. Tras 20 años de éxito bajo la CE 261, no hay explicación razonable para que los pasajeros acepten más retrasos y menos responsabilidad de las aerolíneas. Todo esto ocurre en silencio porque saben que el público no lo aprobaría».
Petición para salvar los derechos de los pasajeros Más información y firma de la petición.
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