La sanción de 60 días sin sueldo a un conductor tensa la relación entre la plantilla y Auvasa

La dirección impone la suspensión a un chófer de la línea 2, por no respetar las frecuencias en su ruta.
La aplicación del régimen sancionador en su grado máximo, fijado en el convenio de Autobuses Urbanos de Valladolid S. A. (Auvasa), a un conductor de la línea 2 por incumplir, supuestamente, las frecuencias en su ruta con viajeros, ha provocado un fuerte malestar entre la plantilla de la empresa municipal.
Una sanción que, según representantes del Comité de empresa, «no está suficientemente acreditada», y conlleva la suspensión de empleo y sueldo de 60 días para el trabajador.
Un periodo de desvinculación a la empresa que puede acarrear al empleado cerca de 5.000 euros brutos, entre los que se incluye la cotización a la Seguridad Social, su salario y la parte proporcional de pagas extras recogidas en el convenio.
Según el relato de los hechos que ha sido suscrito por el gerente de Auvasa, Andrés Bernabé, el expediente disciplinario al conductor se ha producido después de que un inspector controlador de la compañía emitiera un primer informe de incidencias el pasado 19 de febrero, donde se señala que se había advertido al chófer de que «no respetaba los tiempos marcados» durante los recorridos entre Covaresa y el barrio de San Pedro Regalado.
Según el informe, la frecuencia del autobús siguiente está en torno a los 15-17 minutos en cada parada, y «los ciudadanos no paran de llamar para quejarse de estas frecuencias elevadas, que se producen solo porque a este conductor le importa poco los tiempos marcados, pasando de media 3 y 4 minutos antes todos los viajes».
La comunicación de la sanción muy grave se justifica también por parte de la dirección de Auvasa por otra incidencia registrada el 26 de marzo por el mismo inspector, en la que señala que dicho conductor va más deprisa con el autobús cuando circula por Covaresa hasta la cabecera del colegio del Pilar.
Según el expediente, al chófer se le llegaron a enviar mensajes desde la central del polígono de Argales para que durante el recorrido fuera más despacio, y para que esperase 2 minutos «haciendo caso omiso». Ello habría provocado que la empresa hubiera tenido que meter un coche a mayores en la línea para poder cubrir la frecuencia.
El conductor afectado ha presentado alegaciones el pasado 30 de abril, en las que asegura que la comunicación de la sanción le ha generado indefensión al no realizarse en la forma debida ni con plazo.
El chófer afirma que «en ningún momento» ha desobedecido las instrucciones desde la central, «ya que de forma verbal se me ordena detenerme o ir más despacio, y así lo hago».
Sostiene también el sancionado que «no siempre se puede uno detener uno o dos minutos en ciertas paradas, porque se molesta y el público protesta si de forma intencionada, y por orden de la Inspección, se tiene que perder tiempo».
La apertura del expediente ha sido confirmada por el concejal de Seguridad y presidente de Auvasa, Luis Vélez, que añadió que el mismo «no está resuelto porque el afectado ha presentado sus alegaciones».
Vélez descartó que el incumplimiento de las frecuencias se debiese a los cambios que han afectado a Auvasa en algunas de las líneas desde el pasado mes de enero.
«Es una conducta que, según parece, es reiterada por el conductor, lo que ha incidido en la prestación del servicio y en sus compañeros. La calificación de la infracción con 60 días de empleo y sueldo no es definitiva, puesto que habrá que analizar las alegaciones que ha presentado», apostilló el edil.
Respecto a lo que se sostiene desde el Comité de empresa, sobre que las frecuencias de los autobuses no son indicadas con total precisión a la base de las cocheras por los vehículos que disponen de equipos de localización GPS, el concejal del Ayuntamiento de Valladolid reconoció su mal funcionamiento «en ocasiones» al ser una aplicación de más de una década, y «que esperamos poder sustituir lo antes posible».
Malestar y temor
La apertura del expediente disciplinario a este conductor, comunicado el pasado 17 de abril, ha generado malestar entre los chóferes, y ha dado lugar a que la semana pasada los representantes de los trabajadores se reunieran con el gerente de Auvasa, Andrés Bernabé, para pedirle explicaciones y datos.
Fuentes del comité indicaron que esta sanción se suma a otras dos calificadas como muy graves, una de ellas contra otro conductor por no acudir a trabajar por necesidades del servicio, y que alegó que tenía que acudir al médico. «También fueron 60 días de suspensión de empleo y sueldo que después quedaron en 21 días», explican.
Para el delegado sindical Alfonso García (CSIF), «el endurecimiento disciplinario por parte de la compañía contrasta con lo sucedido durante la gestión de la anterior gerencia, donde en años no se produjo prácticamente ningún expediente con este tipo de calificaciones».
Para el presidente del Comité de la empresa municipal, José Luis Bustelo, la sanción ha provocado «un cabreo entre la plantilla que teme que este tipo de expedientes se puedan generalizar. No sé si el nuevo gerente va buscando un récord. De hecho, ésta no es la única durante estos meses, lo que confirma que Bernabé lleva más expedientes que el anterior gerente de Auvasa», remarcó.
Según el sindicalista de CCOO, calificar los hechos como muy graves tensa las relaciones laborales en el seno de la empresa «sobre todo cuando hay temas pendientes, como el descanso de 30 minutos de los conductores, sin resolver». Fuente original: elnortedecastilla.es