Vector Ronda tiene que readmitir a un extrabajador e indemnizarlo con 6.251 euros

La CNMC avala que las VTCs puedan hacer transporte de mercancías
El conductor de un servicio VTC
Vector Ronda tiene que readmitir a un extrabajador e indemnizarlo con 6.251 euros

EUROPA PRESS.- El Juzgado 2 de Barcelona ha condenado a Vector Ronda, propiedad de Cabify, a readmitir a un extrabajador de la empresa despedido dos días después que denunciara a la compañía ante la Inspección de Trabajo, y a indemnizarlo con 6.251 euros en concepto de daños morales. 

El Col·lectiu Ronda, que ha representado al conductor, ha explicado en un comunicado, que la sentencia considera acreditado que la empresa vulneró el derecho a la indemnidad del empleado al despedirlo después de tener constancia de su denuncia como represalia y "reacción disciplinaria". El conductor denunció "numerosos y graves incumplimientos" de Vector Ronda, empresa de vehículos de alquiler con conductor (VTC), tanto en el ordenamiento laboral ordinario como del convenio colectivo.

La Inspección de Trabajo avaló la denuncia del trabajador y acreditó que la compañía "aplicaba a sus trabajadores descuentos salariales como consecuencia de las penalizaciones aplicadas para la empresa principal Cabify por incumplimientos de sus directrices". Agregó que los descuentos a veces suponían disminuir "hasta el salario base reconocido por el convenio colectivo" y que vulneraban la prohibición de aplicar sanciones económicas que supongan bajar la retribución, lo que la Inspección de Trabajo considera una infracción administrativa grave.

El Col·lectiu Ronda ha valorado que la sentencia del Juzgado Social 2 de Barcelona es "una de las primeras que aporta luz sobre las duras condiciones laborales que rigen el sector de las VTC".

El abogado Nacho Parra ha remarcado que la sentencia "explicita la enorme contribución a la desregulación de las relaciones laborales y el empeoramiento general de las condiciones de trabajo que están haciendo empresas como Cabify y otras grandes compañías encajadas en la falsa etiqueta de economía colaborativa". Parra ha defendido que con este tipo de empresas no se está delante de "formas innovadoras de organización empresarial sino de un claro retroceso en materia de derechos".

(Foto de archivo)