Juzgados por inflar los repostajes en gasolineras a dos empresas de transporte

Foto de archivo
Juzgados por inflar los repostajes en gasolineras a dos empresas de transporte

El dueño de las estaciones de servicio Carburantes Selas, SL de Vigo y Exga, SL de Mos, J.M.M.B., será juzgado a partir de este martes, junto a cuatro de sus empleados, en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra por falsear durante un año los albaranes del repostaje de dos de sus clientes habituales a los que estafó más de 50.000 euros.

La fiscalía del área de Vigo acusa a los cinco implicados de un presunto delito continuado de estafa y falsedad documental y pide cinco años de prisión para cada uno. Además deberán indemnizar de forma solidaria la cantidad que supuestamente estafaron a las dos empresas de transporte inflando el importe de los albaranes y pagar una multa conjunta cercana a los 100.000 euros que en caso de impago se conmutará por una pena de cárcel.

Según el escrito de acusación del ministerio fiscal, los cinco acusados de común acuerdo, y entre los años 2007 y 2008, abusaron de la confianza de dos de las empresas de transporte de mercancías que eran clientes habituales en las dos gasolineras. J.M.M.B., que ostentaba la condición de representante legal de ambas estaciones de servicio, una situada en la avenida de Beiramar de Vigo y la otra en la autovía A-55, en el término municipal de Mos, se puso de acuerdo con sus empleados para que incrementaran en el albarán los litros de carburante en cada repostaje que hacían los conductores de los camiones.

Así, las compañías Transportes Frigoríficos Quinteiro y Alejandro Quinteiro –que mantenían una relación comercial con el dueño de ambas gasolineras- estaban autorizadas para abonar mensualmente el importe de los albanares que el conductor del camión correspondiente firmaba. En él se identificaba a la empresa suministradora, la matrícula del vehículo, tipo y cantidad de carburante, su precio por litro y el importe final.

Luego las estaciones de servicio confeccionaban una factura con la cantidad total que era enviada al titular de las empresas de transporte, con copia de los albaranes que iban firmando los conductores cada vez que repostaban. Así lo hicieron durante un año hasta que los empresarios se dieron cuenta de la estafa y denunciaron en el juzgado.

De las investigaciones se pudo constatar que los acusados M.P.F., A.M.C.G., C.B.C. y D.L.D., elaboraron un considerable número de albaranes mendaces correspondientes a suministros de combustible ficticios. Respecto a la empresa Transportes Frigoríficos Quinteiro, el desfase en las facturas que le cobraron era de 32.012 euros, mientras que a la firma Alejandro Quinteiro García, la estafa se cuantificó en 25.166,34 euros.

Los albaranes inflados eran incluidos diariamente en los arqueos de caja de la que se extraía la cantidad correspondiente en metálico por el empleado, aunque no se pudo determinar por parte de la acusación el porcentaje de beneficio que cada uno de los acusados obtenía por cada operación.

Además de la condena de cinco años en concepto de autores y la indemnización a las empresas estafadas en concepto de responsabilidad civil, la fiscalía también solicita para los acusados el pago de una multa de 19.800 euros cada uno, que se sustituiría con pena de prisión en caso de impago.

ccaa.elpais.com

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