Renovando el C.N.T.C., "Camionero García". Opinión
Yo sé que las cosas serias no interesan en el transporte de mercancías por carretera, son aburridas, a veces no se entienden y la mayoría de las veces son cosas de patronos, gobiernos y de la D.G.T.
También sé, que tendría más éxito una publicación sobre un camionero pillado borracho o drogado hablando por teléfono y masturbándose mientras conduce, pero uno ya no busca likes, sino dar una opinión seria sobre ciertos asuntos que también son parte del sector.
Algo que para mi es interesante y serio es la renovación del Comité Nacional de Transporte por Carretera y cómo puede influir, cómo órgano consultivo en la toma de decisiones por los diferentes gobiernos.
Pues en esas estamos, mientras alguna asociación importante busca en miembros de otras sus datos para sacar beneficio cuantitativo y mantener una silla en “tan prestigioso” órgano de representación.
En mayor o menor medida, estar en el C.N.T.C., es estar en la cocina del transporte y es allí donde se cuecen ciertas estrategias que pretenden mejorar la vida de los transportistas, pero que la realidad nos dice que quien mejora sustancialmente son los menos y los que más se benefician son aquellos que pretenden aprovecharse de dicha situación para hacer que su negocio sea más visible en algunos sitios y pase desapercibido en otras cuestiones.
Esta que es mi opinión, se basa en informaciones que se han publicado y que pudiera parecer que, con la norma en la mano, las sanciones iban a ser ejemplares, con posible cierre temporal por pérdida de la honorabilidad y que se quedan en sanciones económicas, que son ridículas, en comparación con la facturación anual de su negocio. Mientras algunas infracciones a autónomos y PYMES les abocan casi al cierre por imposibilidad de hacer frente a las sanciones.
Estas transnacionales, se sienten fuertes frente a las normas y no tienen miedo a traspasar los límites de lo legal y lo razonable respecto a sus conductores, que son al fin y al cabo, los que dan la cara ante clientes y agentes de la autoridad.
Tratar de conseguir favores, presionando para que algunas normas o cambios legales se queden en el papel y no vayan al baremos de sanciones o se queden en algún cajón de la agencia tributaria y se pierda en el tiempo en la trituradora de documentos comprometedores.
Para estas cuestiones el CNTC es un buen lugar para estar, donde como en el palco de algún equipo de fútbol es posible hacer algún que otro buen negocio. También lo es para más de un personaje, que sin esta silla en tan prestigioso Comité, no serían nada más allá de un gerente de empresa, presidente de cooperativa o un simple autónomo con una micro empresa.
Según los protocolos para acceder a dicho Comité, son claros y están hechos para que la verdadera representación de los transportistas de base no tenga voz y que su voto esté en manos de algún interés particular más que en el interés general.
Me parece muy representativo de la situación del sector el hecho de que las grandes empresas estén en su mayoría asociadas y sin embargo las micro vayan por libre y el hecho que de cada 5 empresas solo 2 están asociadas dice mucho de la situación del sector. Lo mismo pasa con la filiación sindical de los trabajadores conductores del sector y así son otros los que en base a sus intereses, manejan los de sus empleados condenándolos a la precariedad.
Unos lo entendieron y no han dejado de trabajar para que cambiándolo todo nada cambie, mientras otros solo se quejan y denuncian en las RRSS, mientras la situación se lleva por delante, a autónomos, pequeñas PYMES y conductores asalariados.
Mientras jugamos a despistar al enemigo, haciendo pensar que el enemigo es la DGT y el gobierno de turno y no nos centramos en quien es el enemigo de verdad.
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