El cambio climático es un desafío acuciante a escala mundial que exige acciones inmediatas y esfuerzos constantes. El Pacto Verde Europeo, aprobado en 2020, marcó el rumbo para que la UE se convirtiera en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, logrando cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050. El sistema de eco peaje es un mecanismo clave en este marco, que impulsa la adopción generalizada de tecnologías más limpias en el sector logístico.
Si bien las empresas de logística enfrentan desafíos inmediatos relacionados con el aumento de costos y los ajustes operativos, los líderes de la industria también reconocen que estos cambios son un camino claro hacia el logro de objetivos ambientales más amplios y la promoción de prácticas sostenibles dentro de la industria del transporte. A medida que la adopción del nuevo sistema se extiende por toda Europa, los diversos desafíos en la implementación en diferentes países exigen reflexión y un enfoque colaborativo.
Transición al peaje basado en el CO₂ en la UE
El 17 de febrero de 2022, el Parlamento Europeo aprobó cambios en las normas sobre el cobro de peajes a los vehículos pesados por el uso de las carreteras. Este enfoque está diseñado para acelerar la adopción de vehículos ecológicos, ya que los camiones y vehículos comerciales ligeros con menores emisiones tendrán que pagar peajes más reducidos, mientras que los que contaminen más tendrán que pagar peajes más elevados. Los Estados miembros tienen dos años para transponer estas normas a su legislación nacional, fecha límite que vence el 17 de febrero de 2024.
Alemania, Austria, la República Checa y Hungría ya cuentan con sistemas actualizados que cobran a los vehículos pesados en función de la distancia recorrida y las emisiones producidas. Suecia puso en marcha su propio sistema a principios de este año y Dinamarca seguirá su ejemplo en enero de 2025. Se espera que para 2026 se hayan implantado sistemas de peaje basados en las emisiones (adaptados para reflejar tanto la distancia recorrida como las emisiones de CO₂) en un total de 17 Estados miembros de la UE. Este cambio afectará aproximadamente al 62 % de la actividad de camiones de la UE, medida en toneladas-kilómetro.
Como parte importante de la red de transporte de la UE, Francia presenta una excepción interesante en este cronograma. Aunque el gobierno francés ha publicado un decreto que vincula los peajes de los vehículos pesados a las emisiones de CO₂, la nueva regulación no se aplicará hasta que expiren las concesiones de autopistas actuales, en 2031 como muy pronto. Este retraso se debe principalmente a la estructura del sistema de autopistas de Francia, que en gran parte está gestionado por empresas privadas.
Alemania, pionera en el cobro de peajes basados en el CO2
Alemania, reconocida ampliamente como un centro neurálgico de la logística europea, ha asumido un papel de liderazgo en la adopción de sistemas de peaje basados en el CO2. Con su sólida infraestructura de transporte y su importante participación en el transporte de mercancías transfronterizo, Alemania sentó un precedente para la UE, mostrando tanto los desafíos como las oportunidades de los peajes basados en las emisiones.
El 1 de diciembre de 2023, Alemania introdujo el nuevo sistema de peaje para vehículos comerciales de más de 7,5 toneladas. Los peajes se basan en cuatro parámetros: costos de infraestructura, contaminación atmosférica, contaminación acústica y emisiones de CO₂. En julio de 2024, el sistema se amplió para cubrir también a los vehículos de más de 3,5 toneladas. Los vehículos eléctricos y de hidrógeno de cero emisiones siguen exentos de peajes hasta finales de 2025, con una tarifa reducida a partir de 2026. Además, los beneficios para los vehículos con tecnologías alternativas respetuosas con el clima se extienden hasta 2028, en consonancia con los objetivos de descarbonización a largo plazo de Alemania.
Como resultado de este cambio, las carreteras federales y las autopistas ahora tienen tarifas de peaje de hasta 0,34 euros por kilómetro para un vehículo pesado de 18 toneladas y 5 ejes, lo que supone un aumento del 80% con respecto a las tarifas anteriores. Por ejemplo, un solo viaje desde los Países Bajos a Polonia, que cubra 700 kilómetros a través de Alemania, podría costar ahora 110 euros adicionales en peajes con el nuevo sistema.
Gestionar estos aumentos de costes supone un reto estratégico para las empresas de logística. En el caso de las operaciones transfronterizas, estos peajes intensifican la presión financiera en las rutas que atraviesan Alemania, mientras que en el ámbito nacional, las pequeñas y medianas empresas de transporte cuyas flotas dependen en gran medida de vehículos más antiguos y con mayores emisiones también se enfrentarán a importantes dificultades. Al mismo tiempo, las reformas alemanas incentivan la inversión en vehículos de cero emisiones (ZEV), lo que contribuye a un cambio en toda la industria hacia un transporte sostenible. Se espera que esto impulse la innovación en la tecnología de los vehículos, con proyecciones de que el 50% de las nuevas ventas de vehículos pesados serán eléctricas en 2030 y el 75% en 2040.
Ylva Dalerstedt, directora del segmento de larga distancia de Volvo Trucks, considera estos cambios como algo positivo: «En general, se trata de una gran reforma para Europa y para el sector de los camiones en su conjunto. Por primera vez, se animará a las empresas de camiones a encontrar mejores soluciones para reducir las emisiones de CO2, y los fabricantes de camiones tendrán un marco claro en el que trabajar para ofrecer estas soluciones. Y eso es lo que se necesita para contribuir a la transición hacia cero emisiones».
Los aumentos de los peajes en Alemania también ponen de relieve los desafíos económicos y operativos más amplios que plantea la descarbonización del transporte por carretera. Es probable que las tarifas más altas de los peajes tengan un efecto dominó en las industrias que dependen del transporte de mercancías por carretera, como el comercio minorista, la industria manufacturera, el comercio electrónico y la agricultura, lo que obligará a las empresas a reevaluar sus estrategias de cadena de suministro. Para algunas, esto podría significar una mayor dependencia de las opciones de transporte intermodal, como el transporte ferroviario o fluvial, para mitigar los costos.
Flota y emisiones de vehículos en la UE hoy
El estado actual de los camiones en las carreteras de la UE refleja una mezcla diversa de clases de emisiones y edades de los vehículos, con implicaciones significativas para los costos operativos y el impacto ambiental. Según los datos de la ACEA, muchos camiones aún pertenecen a clases de emisiones más antiguas, en particular Euro 5 e inferiores. La edad media de los camiones en la UE es de 14,2 años, lo que significa que una parte sustancial de la flota es más antigua y menos eficiente. Este envejecimiento de la flota se correlaciona con mayores costos operativos, ya que los vehículos más antiguos tienden a ser más caros de mantener, menos confiables y están sujetos a peajes más altos bajo los nuevos sistemas basados en emisiones.
A medida que los nuevos sistemas de peaje basados en CO2 se conviertan en el nuevo estándar en toda la UE, las empresas que no evalúen sus vehículos para una posible reclasificación en clases de CO₂ más bajas incurrirán automáticamente en las tarifas de peaje más altas.
Así es como se ve la categorización de vehículos bajo el nuevo sistema:
.- Clase 1: Vehículos que no pertenecen a ninguna otra clase.
.- Clase 2: Emisiones entre un 5 y un 8 % por debajo de la trayectoria de reducción de emisiones.
.- Clase 3: Emisiones superiores al 8% por debajo de la trayectoria pero no en clases inferiores.
.- Clase 4 (Vehículos de bajas emisiones – LEV): emisiones más del 50% inferiores a las emisiones de CO₂ de referencia.
.- Clase 5 (Vehículos de Emisión Cero – ZEV): Vehículos sin motor o con emisiones inferiores a 1 gCO₂/kWh o km.
Para poder optar a una tarifa de peaje más baja en las clases 2 a 5, las empresas deben proporcionar datos específicos sobre las emisiones de CO2 de sus vehículos y otras características. Esto incluye especificaciones del motor, fechas de matriculación, masa máxima en carga (valor F1), potencia del motor en kilovatios, tipo de cabina, clasificación del vehículo (por ejemplo, tractor o camión rígido), configuración de ejes y emisiones de CO₂ por tonelada-kilómetro.
El sector logístico ya ha experimentado un preocupante aumento de las quiebras en los últimos tiempos, impulsado por diversos factores, entre ellos el aumento de los precios del combustible, la escasez de mano de obra, el aumento de los costes y, ahora, la introducción de peajes basados en las emisiones. La comunicación transparente es fundamental para que los proveedores de servicios y sus clientes puedan afrontar estos cambios de forma eficaz. Las empresas que no actúen corren el riesgo de quedar agrupadas en la categoría de tarifas más altas, lo que podría afectar significativamente a sus resultados finales a medida que aumenten los costes operativos debido al aumento de las tarifas de peaje asociadas a los vehículos más antiguos.
Para abordar estos desafíos, existe una creciente necesidad de que las partes interesadas de toda la cadena de suministro participen en la creación conjunta. Este enfoque colaborativo puede ayudar a compartir la carga de los esfuerzos de descarbonización y promover soluciones innovadoras que mejoren la eficiencia y la sostenibilidad.
«Descarbonizar el sector del transporte es un objetivo crucial, pero conlleva importantes desafíos para las empresas de logística«, afirma Tomasz Weber, director de comunicaciones corporativas de Girteka Group. «Para afrontarlos, necesitamos el apoyo y la cooperación de todas las partes interesadas. Nuestra flota de más de 6.000 camiones tiene una edad media de tan solo dos años, lo que garantiza que operamos con los vehículos más ecológicos y de menor consumo de combustible disponibles. Sin embargo, la transición a operaciones aún más ecológicas requiere una inversión y una adaptación sustanciales. Creemos que con los incentivos adecuados y un enfoque de cocreación en toda la UE, las empresas de logística pueden convertir estos desafíos en oportunidades de innovación y crecimiento sostenible».
Empresas como Girteka ya están dando ejemplos de liderazgo e innovación, mostrando el potencial de la co-creación en múltiples niveles:
.- Colaboración con los clientes para planificar operaciones y brindar soluciones logísticas adaptadas a sus necesidades.
.- Alianzas de sostenibilidad con clientes y fabricantes de vehículos para implementar soluciones de transporte sostenibles, como vehículos eléctricos de batería (BEV).
.- Compartir datos y conocimientos de las operaciones de vehículos eléctricos en curso con los socios.
.- Fomentar los ciclos de retroalimentación con los fabricantes para mejorar la tecnología de los camiones eléctricos.
.- Desarrollar y aumentar los transportes intermodales.
.- Ofreciendo soluciones integradas que combinan diferentes modos de transporte sostenibles, como vehículos eléctricos y ferrocarril intermodal.
.- Fomentar la colaboración en equipos transfronterizos.
.- Al trabajar juntos, los clientes, los proveedores de logística, los transportistas y los fabricantes pueden desarrollar estrategias que mitiguen los costos y al mismo tiempo cumplan con las nuevas regulaciones.
Cumplimiento en todos los Estados miembros de la UE
La implementación de los ecopeajes en los estados miembros de la UE ha revelado importantes disparidades en cuanto a su preparación, especialmente evidentes en países como Bulgaria y Polonia. Ambos países han tenido dificultades para alinear sus planes nacionales de energía y clima (PNEC) con las directivas de la UE destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El retraso en el cumplimiento de las normas dificulta el avance colectivo hacia los objetivos climáticos de la UE. Los países que retrasan la aplicación de los peajes basados en el CO2 también corren el riesgo de perder financiación e inversiones potenciales destinadas a modernizar su infraestructura de transporte. Como se ha visto en el caso de Polonia, donde el sector logístico está bajo presión por el aumento de los costes operativos, el incumplimiento intensifica aún más la presión financiera sobre las empresas que ya se enfrentan a márgenes de beneficio ajustados. Esta incoherencia en la adopción de peajes basados en el CO2 en toda la UE también puede generar confusión entre los proveedores de logística que operan a través de las fronteras, ya que deben adaptarse a diferentes normativas y estructuras de peajes.
El concepto de corredores verdes está ganando terreno como una posible solución a estos problemas. Los corredores verdes facilitarían el movimiento de mercancías a través de rutas designadas que priorizan los vehículos de bajas emisiones y agilizan el cumplimiento de las normas sobre peajes ecológicos. Al crear una red de rutas diseñadas específicamente para un transporte más ecológico, las partes interesadas pueden mejorar la eficiencia y, al mismo tiempo, reducir las emisiones generales.
Digitalización y otras medidas para una implementación más fluida del peaje basado en el CO2
La transición a los sistemas de ecopeaje en toda Europa ha impulsado la adaptación de diversos sistemas digitales destinados a mejorar la experiencia del usuario, agilizar las operaciones y facilitar la recaudación y el procesamiento de los pagos de peajes. Algunas de las características clave de estas soluciones incluyen pagos automáticos, aplicaciones móviles, soluciones telemáticas que proporcionan datos en tiempo real sobre las rutas y emisiones de los vehículos, herramientas profesionales de cartografía integradas con sistemas de gestión del transporte, etc.
En general, la necesidad de estandarizar los sistemas de peaje digital en los Estados miembros de la UE es una oportunidad única para reimaginar el sistema, centrándose no solo en la eficiencia y el cumplimiento, sino también en abordar las expectativas cambiantes de los usuarios e implementar la innovación tecnológica. Por ejemplo, países como los Países Bajos, Dinamarca y Rumania están explorando la integración de sistemas de peaje basados en satélites, lo que podría allanar el camino para un enfoque unificado9. La inteligencia artificial (IA) también tiene un inmenso potencial para simplificar y respaldar la implementación de sistemas de ecopeaje al mejorar el análisis de datos y los procesos de toma de decisiones. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de datos de los sistemas telemáticos para predecir las emisiones de los vehículos en función de las condiciones y los patrones de conducción en tiempo real. Además, el análisis predictivo impulsado por IA puede ayudar a pronosticar los costos de los peajes en función de los datos históricos y los cambios previstos en las regulaciones.
Perspectivas y desafíos futuros
Al vincular los cobros viales a las emisiones de los vehículos, el sistema de ecopeaje pretende impulsar la adopción de vehículos pesados de cero emisiones, incentivar tecnologías más limpias y alinear la industria con los ambiciosos objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo. Pero, en realidad, los efectos dominó del ecopeaje se extenderán mucho más allá de la logística y afectarán las cadenas de suministro de los sectores minorista, manufacturero y agrícola. Más importante aún, los costos asociados con estos nuevos sistemas de peaje recaen principalmente sobre las operaciones de logística y transporte de mercancías, lo que podría afectar a su competitividad y eficiencia operativa.
Para hacer frente a estos desafíos y lograr un equilibrio entre los objetivos ambientales y las realidades económicas a las que se enfrenta el sector logístico, es necesario un enfoque más coherente y armonizado en toda la UE, en consonancia con las prioridades estratégicas de CLECAT, que hacen hincapié en la necesidad de «garantizar un transporte transfronterizo de mercancías por carretera armonizado» y «ofrecer un entorno de ventanilla única para las empresas y una normativa armonizada».
Además, las empresas de logística deben adoptar una postura proactiva en este asunto, colaborando con las iniciativas gubernamentales e implementando pasos estratégicos para garantizar un cambio sostenible desde una perspectiva económica. Como afirma Tomasz Weber: «En un futuro próximo se espera una mayor presión al alza sobre los peajes de las carreteras en Europa. La presión para descarbonizar el transporte es enorme y no hay escapatoria. Cumplir los objetivos de reducción de CO2 se está convirtiendo en una prioridad, independientemente del tamaño de la empresa. Por lo tanto, todas las empresas tendrán que tener en cuenta los costes ambientales en sus operaciones. Para las empresas de transporte, esto significa un cambio en su enfoque. El potencial de la digitalización y una estrategia de desarrollo de flota adecuada desempeñarán un papel clave en su competitividad en un mercado ya muy competitivo».




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