Según un nuevo informe de IRU, la escasez mundial de camioneros se duplicará en 2028

Un nuevo informe sobre la escasez de conductores de 2023 realizado por la Organización internacional para el transporte por carretera (IRU) ha puesto de manifiesto que más de tres millones de puestos de trabajo de camioneros están vacantes, el 7% del total de los empleos, en los 36 países estudiados. A medida que crece la enorme brecha entre los conductores jóvenes y mayores, empeorará mucho más en los próximos cinco años si no se toman medidas significativas.
Al encuestar a más de 4.700 empresas de transporte por carretera en América, Asia y Europa, que representan el 72% del PIB mundial, IRU descubrió que la escasez de conductores de camiones ha aumentado a nivel mundial en 2023. Dos excepciones han sido Europa y Estados Unidos, donde la escasez ha disminuido ligeramente en 2023 debido a una menor demanda de transporte como resultado de la inflación y una política monetaria más estricta que limitó el consumo y la inversión.

Se prevé que la escasez empeore mucho en los próximos años. Sin medidas para atraer y retener a los conductores, más de 7 millones de puestos de camioneros podrían quedar vacantes para 2028 en los países encuestados, incluidos 4,9 millones en China (20% del total de puestos), 745.000 en Europa (17% del total de puestos) y 200.000 en Turquía (28% del total de puestos).
El Secretario General de IRU, Umberto de Pretto, ha declarado: “Los problemas estructurales que hay detrás de la escasez de camioneros continúan impactando los servicios de transporte. Dado que la tasa de recién llegados es significativamente menor que la de los conductores que se jubilan cada año, se necesitan medidas urgentes ahora. Nos faltan más de 3 millones de camioneros en los países que hemos examinado. Dada la demografía de la profesión, prevemos que podría duplicarse en cinco años.
“Las consecuencias de tal escasez ya están perjudicando a las comunidades, las cadenas de suministro y las economías que dependen de nuestra industria. No podemos permitir que empeore la escasez de conductores. Los operadores están haciendo su parte, pero los gobiernos y las autoridades deben incrementar sus esfuerzos para mejorar las condiciones laborales y el acceso a la profesión”, ha continuado.
Al menos el 50% de los operadores de transporte por carretera tienen serios problemas para contratar conductores cualificados, en la mayoría de los países estudiados. Muchos tampoco pueden expandir su negocio y están perdiendo clientes e ingresos existentes.
Brechas demográficas persistentes
La profesión de camionero tiene una población que envejece: menos del 12% de los camioneros tienen menos de 25 años, cifra que se reduce al 5% en Europa. Los únicos dos países encuestados con una mayor proporción de conductores menores de 25 años son China (17%) y Uzbekistán (25%). La proporción de mujeres camioneras también sigue siendo baja: sólo el 6%, por debajo del sector del transporte en general. China (6%) y Estados Unidos (8%) tienen la mayor proporción de mujeres camioneras entre los países estudiados.

Facilitar el acceso
La brecha “de la escuela a la rueda” es un desafío clave que enfrenta la industria. La edad mínima para conducir en el transporte internacional de mercancías sigue estando entre 21 y 26 años en algunos países.
Los altos costos de capacitación, licencias y seguros también hacen que convertirse en conductor de camión sea costoso. En Francia, por ejemplo, el coste medio para obtener una licencia de conductor de camión y un certificado de competencia profesional es de 5.250 euros, más de tres veces el salario mínimo mensual. Los gobiernos deben facilitar el acceso a la profesión reduciendo la edad mínima para conducir y subsidiando los costos de calificación.
Conductores de terceros países
El envejecimiento de la población –particularmente en Europa y Estados Unidos, donde menos del 13% de los trabajadores tienen menos de 25 años– explica en parte la escasez de conductores, lo que sugiere que el grupo disponible de trabajadores nacionales puede no ser suficiente para cubrir la brecha.
Debe facilitarse el acceso de los conductores cualificados de terceros países a la profesión, permitiendo a los países con un excedente de conductores profesionales ayudar a cubrir las lagunas cuando sea necesario.