Multa de 2.536.579 euros a dos empresas de transporte por la muerte de un gerente atropellado por un camión
Dos empresas de transporte de mercancías por carretera del Reino Unido, han sido sancionadas por un tribunal con una multa conjunta de 2,2 millones de libras esterlinas (2.536.579 euros), por la muerte de un gerente de camiones al ser golpeado por un camión cuando maniobraba marcha atrás.
El fallecido Neil Roberts que tenía 60 años en el momento del accidente, el 30 de agosto de 2019, trabajaba como gerente de camiones de la empresa Tuners (Soham), cuando fue atropellado por un camión, en las instalaciones de la empresa The Haulage Group, domiciliada en la ciudad de Birmingham, cuando el vehículo se desplazaba marcha atrás desde el aparcamiento de los camiones.
Una investigación llevada a cabo despues del accidente, demostró que tanto la empresa en la que ocurrió el accidente, como la que empleaba al gerente, no habían gestionado adecuadamente los riesgos laborales, asociados al transporte en el trabajo diario.
Ante el tribunal administrativo que resolvió el caso, ambas empresa se declararon culpables; The Haulage Group se declaró culpable de violar la ley de riesgos laborables, por lo que fue condenada a una multa de 300.000 libras esterlinas (345.860 euros) y al pago de unos costes de 7.300 libras (8.412 euros).
Por su parte la empresa que empleaba al gerente, Turners (Soham), también admitió su culpabilidad por que el fallecido había infringido la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, por lo que fue multada con 1,9 millones de libras esterlinas (2.189.408 euros) y a pagar costes por 7.300 libras (8.412 euros).
Ambas sanciones de más de 2,2 millones de libras (2.536.579 euros), son como indemnización a la familia del gerente fallecido en el accidente, mientras que las de los costes son en concepto de sanción administrativa. La familia Roberts ha declarado que Neil hacia todo lo que podía por mantener a su familia, ya que significaba todo para el, demostrando siempre que era lo más importante para el, dejando un gran vacío en sus vidas con su muerte.
La inspectora del caso Amy Kalay afirmó que: "Este trágico accidente se pudo haber evitado, pero las dos empresas reconocieron que no controlaron los riesgos laborales asociados al transporte en la empresa donde ocurrió el siniestro, ni tuvieron en cuenta los peligros que suponen los camion cuando realizan maniobras que conllevan poca visibilidad como en este caso, al dar marcha atrás uno de los camiones".
