La reducción paulatina de emisiones para camiones y autobuses será del 45%, 65% y 90%

En la votación de hoy en el Parlamento Europeo, con 445 votos a favor, 152 en contra y 30 abstenciones, los eurodiputados han respaldado objetivos de reducción de CO2 más ambiciosos a nivel mundial para los fabricantes de camiones y autobuses. Las metas serían el 45% para el periodo 2030-2034, el 65% para 2035-2039 y el 90% a partir de 2040.
Coinciden con la propuesta de la Comisión Europea de permitir el registro de nuevos autobuses urbanos únicamente de cero emisiones a partir de 2030 y proponen una exención temporal (hasta 2035) para los autobuses urbanos propulsados por biometano, en condiciones estrictas.
El ponente Bas Eickhout (Verdes/ALE, Países Bajos) afirmó: “La transición hacia camiones y autobuses con cero emisiones no solo es clave para cumplir nuestros objetivos climáticos, sino también un motor crucial para un aire más limpio en nuestras ciudades. Estamos aportando claridad a una de las principales industrias manufactureras de Europa y un claro incentivo para invertir en electrificación e hidrógeno. Estamos aprovechando la propuesta de la Comisión ampliando el alcance y adaptando varios objetivos y puntos de referencia para ponernos al día con la realidad, ya que la transición avanza más rápido de lo esperado."
Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), para alcanzar estos objetivos, Europa necesitará una transformación completa del sistema que involucre a todos los actores públicos y privados en todo el ecosistema del transporte pesado.
“Para los fabricantes de camiones y autobuses, la pregunta no es si podemos descarbonizarnos, sino con qué rapidez. Estamos haciendo nuestra parte proporcionando los vehículos y la tecnología para que el transporte por carretera en Europa esté libre de fósiles de aquí a 2040. Sin embargo, no abordar las condiciones propicias no sólo ralentizará la transición verde de nuestro sector, sino que también amenazará nuestra competitividad global”, afirmó Sigrid. de Vries, Directora General de ACEA.
Los fabricantes están invirtiendo miles de millones en tecnologías de cero emisiones para vehículos eléctricos de batería y de hidrógeno. La tecnología está disponible y la producción en serie está aumentando rápidamente. Sin embargo, la casi ausencia de infraestructura de carga y recarga y la falta de esquemas efectivos de fijación de precios del carbono y medidas de apoyo para reemplazar los modelos convencionales con alternativas de cero emisiones son obstáculos importantes para la transición.
Para De Vries: “Los fabricantes están haciendo todo lo posible para descarbonizar, pero dependen de condiciones propicias que están en gran medida fuera de su control. Los responsables políticos deben reconocer esto en la regulación del CO2 y asegurar un marco político de incentivos que acelere la transición verde del transporte por carretera”.
Para ACEA, en las negociaciones del diálogo tripartito, los colegisladores deberían establecer un seguimiento anual de las condiciones propicias a nivel de los Estados miembros. Es esencial realizar un seguimiento estrecho para garantizar que se aborden con prontitud cualquier deficiencia en el despliegue de infraestructura u otras condiciones propicias. En ausencia de estas sólidas condiciones propicias, las sanciones por incumplimiento a los fabricantes serían muy injustas.