El plan de las constructoras para cobrar en las autovías llevaría el peaje a 789 kilómetros en Galicia

El plan de las constructoras para cobrar en las autovías llevaría el peaje a 789 kilómetros en Galicia

Las grandes constructoras del país consideran que ha llegado ya el momento de abrir un debate sobre la posibilidad de que todas las autovías pasen a ser de peaje, como si de autopistas se tratase. Sus cíclicos informes sobre las ventajas que para las arcas del Estado supondría que cada usuario pagase por utilizar las autovías, en lugar de mantenerlas con fondos públicos, serán acompañados de un análisis pormenorizado que la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) ha encargado para cargarse de razones ante el Gobierno y los grupos parlamentarios.

El fin de la gratuidad de las autovías significaría para comunidades periféricas como Galicia un sobrecoste en los desplazamientos de sus habitantes y un encarecimiento de la producción que su industria y empresas tratasen de vender en el resto de España y en el extranjero. El planteamiento de Seopan es llevar el peaje a los 14.000 kilómetros de autovías existentes en toda España, con lo que también se incluirían las de competencia autonómica. Galicia se vería así afectada por el cobro en los 789 kilómetros de autovías que cruzan las cuatro provincias, 591,7 de titularidad estatal y 197,04 autonómica. Los recorridos hasta Madrid desde las dos ciudades con más población de la comunidad serían los más afectados por la implantación de peajes, si se plasma la recomendación de las grandes empresas constructoras.

62 euros a Madrid

Los vigueses recorren 196 kilómetros de la A-52 entre O Porrino y el alto de A Canda, les añaden otros 110 hasta Benavente para empatar con la A-6 y con 266 kilómetros más se desemboca en Madrid, sumando previamente los peligrosos diez kilómetros de la autovía A-55 hasta O Porrino. En total 582 kilómetros. Similar distancia, pero en una única autovía, la A-6, requiere el viaje a Madrid desde A Coruña, con 595 kilómetros en total. Aunque la patronal de las constructoras y concesionarias evita proponer un precio para los peajes a las autovías, su presidente, Julián Núñez, planteó el jueves en el Congreso la hipótesis de cobrar 10 céntimos por kilómetro, como cantidad necesaria para conseguir un mantenimiento efectivo de las carreteras de alta capacidad.

A ese precio, los desplazamientos por carretera desde Vigo a la capital de España tendrían un coste en peajes de 49,1 euros, a los que habría que sumar los 12,25 euros que en la actualidad están fijados en la autopista AP-6 entre Adanero y Villalba. Desde A Coruña la suma de sus peajes de autovía y autopista supondrían 62,65 euros, precio superior al que hoy día cuesta un billete de AVE entre Madrid y Málaga, una distancia similar a la que tendrá que recorrer el tren rápido desde las dos ciudades gallegas a la capital estatal.

Una red en crecimiento

Según el patrón de precios esbozado por el presidente de Seopan en el Congreso, recorrer la A-8 de Baamonde a Irún costaría otros 60,2 euros. La autovía estatal más extensa que no supera los límites de Galicia es la A-54 Santiago-Lugo, con 101 kilómetros. Fomento tramita otras cinco autovías en la comunidad, con 337,5 kilómetros en total. Y la Xunta cuenta a su vez con una red de 197,04 kilómetros, llamada a incrementarse con otros cuatro proyectos, con 35 kilómetros más en conjunto. La Administración gallega opta mayoritariamente por el llamado peaje en sombra, con el que paga directamente a ocho concesionarias por cada vehículo que transita por la autovía de O Barbanza, la de O Salnés, o la de Santiago-Noia, por ejemplo.

Cuando se ha suscitado la posibilidad de traspasar ese pago a los usuarios, la Xunta lo ha rechazado totalmente. La imposición de peajes a los camiones que circulen por la nacional I a su paso por Guipúzcoa decidida por la Diputación Foral, en un vial que fue traspasado por el Gobierno central, ha impulsado a los defensores del cobro por uso. «No puede rehuirse ni demorarse por más tiempo este debate, hay que replantearse la carga que los ciudadanos soportan por las infraestructuras y avanzar hacia un modelo más sostenible, solidario, justo y equitativo», señaló el presidente de Seopan en el Congreso, «porque no hay nada gratis», concluyó adelantando el objetivo de su próximo informe.

Fuente: lavozdegalicia.es