Ha muerto un gran empresario y una leyenda

Ha muerto un gran empresario y una leyenda

Silvia Parra. Nueva Zelanda.- Hoy ha muerto Jim Barker, el fundador de Freightliner, una de las compañías de transporte más famosas de Nueva Zelanda.

Nació en el año 1938 hijo de un minero del carbón y un ama de casa. Se metió a camionero y en 1963 creó la compañía en un pueblo del centro de la isla norte llamado Otorohanga, para dar servicios rurales de transporte de fertilizantes, grano, balas de paja y ganado a las granjas de la región. Tuvo mucho éxito y creció con solidez y en el año 1992 ante la imposibilidad de meter todos los camiones diarios en el ferry Interislander que comunica las dos islas neozelandesas principales, compró otro ferry y les creó la competencia, llamada BlueBridge que sigue hasta hoy.

Diez años más tarde, mientras el transporte rural seguía apostando por camiones americanos usados, él introdujo en su flota algunos volvos y los trajo automáticos, confiando en la tecnología sueca. Todos pensaron que había cometido un gran error. Pero esos camiones demostraron ser aptos para el trabajo y con menor consumo. Muchas empresas siguieron su ejemplo. Cuando la falta de camioneros empezó a apretar a las empresas hace 7 años, fué de las pocas compañías que introdujo un programa de entrenamiento para dar trabajo y experiencia a nuevos conductores que continúa hasta hoy.

Como es normal en el país, creó una fundación que patrocina toda clase de equipos deportivos y ONGS en su provincia. Una empresa de la que no he oído hablar ni un sólo comentario negativo, aparte de que los operadores de tráfico empujan, como en todas cuando se lleva ganado. Tiene rutas nacionales y se cuidan que el conductor regrese a casa para el fin de semana. Pero la mayoría de rutas son, como es costumbre en Nueva Zelanda, rutas de ida y vuelta diarias para dormir en casa cada noche.

La empresa que tiene 65 años de historia, con camiones por todo el país y a diferencia de muchas compañías grandes, él siguió dirigiendo Freightliner como una empresa familiar, sin acciones, sin inversión ni influencia externa. Hoy ha muerto tras una larga enfermedad y decenas de camiones de su empresa que estaban disponibles por el centro de la isla norte se han desplazado hasta su residencia, en Maunganui, para llevar su ataúd en convoy hasta el estadio ASB Baypark de la ciudad donde se ha llevado a cabo el sepelio. Asistieron más de mil personas.

El primer camión del convoy llevaba el ataúd de Jim. El primer coche piloto es el habitual cuando se lleva convoy o transporte de grandes dimensiones. Dice PELIGRO, FRENE. El segundo coche piloto debería decir "Nos sigue casa" o "Nos sigue carga ancha" pero dice "Nos sigue una leyenda". Descanse en Paz.