Antonio, el camionero jubilado al que le tocó la primitiva 11 veces en 3 años

Antonio, el camionero jubilado al que le tocó la primitiva 11 veces en 3 años

La Audiencia Nacional investiga un presunto blanqueo de dinero utilizando a un vecino de El Ejido que asegura no tener ni un euro. Hay rachas, buenas y malas. Ganar once veces a la primitiva en tres años es lo que se dice una buena racha. Fue entre 2003 y 2006 y el "afortunado" se llama Antonio Ruiz, un camionero jubilado que ahora tiene 83 años y que asegura no disponer de un duro.

Se entiende que Ruiz no ganaba una aproximación, sino el premio gordo. En esos tres años se llevó al bolsillo casi diez millones de euros. Los fiscales de la Audiencia Nacional dieron con el camionero en la investigación sobre el supuesto saqueo de Caixa Galicia. Antonio Ruiz nació en Córdoba, vive en El Ejido (Almería) y está en el punto de mira de los inspectores como protagonista o, al menos, herramienta de una operación de blanqueo de dinero a gran escala.

Más de cinco millones cayeron de una tacada en febrero de 2003. Y otros 4,4 millones en septiembre de 2005. Fueron los premios más llamativos, pero hubo otros nueve más. Eso sí, desde el año 2006 el camionero no se come una rosca en lo que respecta a los juegos de azar.

Los millones dónde están

¿Dónde están esos millones de la primitiva? Ruiz, que apenas tiene estudios, asegura que no le queda ni un euro, que jugaba mucho, y que hizo préstamos sin documento alguno que no fueron devueltos. Suertudo en el azar pero, por lo que se ve, un desastre en los negocios. Todo indica que Ruiz ejerció de tapadera, para desviar el dinero a terceras personas. Los jueces de la Audiencia decidirán.

Qué suerte tienen algunos. El expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, tenía la costumbre de jugar y ganar. Siete premios de la Lotería, uno detrás de otro. Después se demostró que estaba corrupto hasta las cejas y aún más arriba. Uno que acabó con sus huesos en la cárcel fue el capo de la corrupción en Marbella, Juan Antonio Roca, que ganaba a la lotería por sistema. Hasta ochenta veces, declaró. Merecía la pena jugar al mismo número del hoy recluso, en su día cerebro desmontado por la Operación Malaya, que tenía un Miró en su cuarto de baño. Tanto ganar a los juegos de azar, que a uno le entran esas veleidades. Ruiz niega la mayor. Alega que jugaba decenas de miles de euros, y que cuando juntaba una deuda importante con alguna administración de lotería, entonces emitía un cheque y pagaba.

Fuente: lne.es