IRU: el transporte español por carretera se enfrenta a una falta de conductores del 20%

Grados relacionados con el transporte
Imagen de un conductor de camión
IRU: el transporte español por carretera se enfrenta a una falta de conductores del 20%

Redacción.- El sector del transporte por carretera en España sufre una profunda escasez de conductores, según las cifras que ha publicado hoy la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU).

Un estudio realizado por IRU entre 202 empresas de camiones y autobuses de todo el país reveló que la escasez actual de conductores es del 20 %, lo que significa que en la actualidad uno de cada cinco puestos está sin cubrir. Estos datos reflejan los resultados de otra encuesta más amplia que IRU llevó a cabo por toda Europa en marzo de 2019, en la cual se observó una tendencia similar por varios países que incluyen Reino Unido, Alemania, Bélgica, Noruega y Rumanía.

Esta acusada falta de conductores en España parece que irá en aumento en los próximos años. Según cifras de IRU, la demanda de conductores subirá un 18 % para el año 2020. Si se une este hecho a la paralización de la contratación en el sector, la escasez de conductores podría alcanzar hasta el 30 % en el plazo de un año si no se toman medidas con carácter inmediato.

Esther Visser, responsable de asuntos sociales en IRU, comentó: «La situación en España refleja la tendencia general que estamos viendo por toda Europa. Sencillamente no hay conductores suficientes para satisfacer la demanda. Un problema que se está intensificando a pasos agigantados tal como estamos percibiendo, y es que, en una proporción bastante alta, los profesionales de mayor edad dejan el sector sin ser sustituidos. Este es uno de los problemas más urgentes a los que se enfrenta el sector del transporte por carretera que, en el caso de España, constituye uno de los motores principales de la movilidad y la economía nacionales. Si no invertimos pronto la corriente, sufriremos un efecto rebote en nuestra capacidad para transportar mercancías y personas por todo el país, algo que en última instancia afectará a muchos millones de personas, empresas y comunidades.»

¿A qué se debe esta escasez de conductores?

En la actualidad, la edad mínima en España para ser conductor de autobús se establece en 24 años, mientras que en otros países europeos (como Bélgica), es posible acceder a esta profesión a partir de los 18 años.

El estudio de IRU demuestra que hoy en día solo el 3 % del total de conductores comerciales en el país son mujeres, y que de ellos tan solo el 5 % son conductores jóvenes (con una edad máxima de 25 años). Los operadores están luchando para diversificar a su personal, partiendo de la base que el conductor profesional español medio es varón de 46 años. En el sector específico del transporte de pasajeros, este problema se agrava más aún debido a la inflexibilidad de la normativa española, que establece que los conductores deben haber cumplido 24 años.

Otros estudios anteriores de IRU revelaron que el 79 % de los conductores en la región europea señala como una de las principales razones de la insuficiencia de conductores la dificultad de atraer a las mujeres a esta profesión. En términos similares, el 76 % considera que existe una percepción general de que las condiciones laborales que ofrece este sector no son muy atractivas, lo cual tiene un efecto disuasorio entre quienes buscan empleo, mientras que el 77 % piensa que la necesidad de pasar largos periodos fuera del hogar acaba desmotivando a la gente para acceder a esta profesión.

La Sra. Visser prosiguió: «Está claro que el sector tiene un importante reto ante sí para poder atraer a las mujeres y a los jóvenes, dos grupos que en el caso de España conforman la mayor parte de la mano de obra y que, a pesar de ello, tienen una clara representación minoritaria en el sector del transporte por carretera. Cambiar la percepción sobre el sector entre estos grupos debe ser una prioridad máxima si queremos invertir la tendencia actual. Pero para lograrlo necesitaremos contar con la participación de todas las partes interesadas vinculadas con esta área industrial, desde gobiernos y autoridades locales a colaboradores sociales, del propio gremio y del área de la educación.»

Plan de acción de IRU para hacer frente a la escasez de conductores

Para abordar este problema en España y en el resto de Europa, IRU ha trabajado en estrecha colaboración con sus miembros con el propósito de crear un plan de acción integrado por medidas a corto, medio y largo plazo.

La organización ya ha dado los primeros recopilando periódicamente datos de empresas para profundizar en el tema y estudiar las tendencias. También ha lanzado una iniciativa conjunta con el Consejo Europeo de Cargadores (ESC, por sus siglas en inglés) para desarrollar principios comunes dirigidos a mejorar el tratamiento de los conductores en los puntos de reparto.

Por otra parte, IRU ha creado un grupo expertos para analizar la legislación en torno a la formación de los conductores y su eficacia, cuyas conclusiones y recomendaciones se prevé que salgan a la luz a principios del próximo mes de octubre.

De la mano de un grupo de colaboradores, IRU ha establecido también la red Women in Transport (Mujeres en el transporte) con el objetivo de aumentar el número de mujeres en el sector del transporte y su representación general en todos los niveles de trabajo, además de promover el transporte como un área de trabajo atractiva para las mujeres. Adicionalmente, contribuirá a la generación de incentivos como la creación de premios para mujeres conductoras y para aquellas empresas que demuestren aplicar buenas políticas de selección, inclusión y retención de mujeres.

Intensificar la capacitación

IRU también ha lanzado un nuevo servicio de certificación para conductores en colaboración con y bajo la dirección de ALSA, compañía líder española en el sector del transporte de pasajeros por carretera. Esta certificación, basada en la evaluación de competencias objetivas, pretende demostrar la profesionalidad de los conductores, proporcionar información útil y fomentar una cultura de mejora permanente a través de la evaluación continua.

Mediante la certificación, los nuevos o posibles trabajadores reciben un mensaje positivo, teniendo la confianza de que las empresas que participan en este sistema invierten en el desarrollo de sus conductores y los ayudan a maximizar todo su potencial.

Juan Antonio Esteban, director de RR. HH. de ALSA, añadió: «El sistema de certificación de IRU ayuda a nuestros conductores a crecer y desarrollarse como profesionales dentro de la empresa, algo que no solo les beneficia a ellos, sino a la propia organización y a todo el sector en su conjunto. Los profesionales que acceden al mundo laboral hoy en día esperan lograr progresos en su trabajo, de igual modo que nuestros clientes esperan que los conductores ofrezcan un servicio seguro y de calidad. Consideramos que la certificación de IRU puede ejercer un efecto positivo en ambos sentidos.»

(Foto de archivo)