La vida de un camionero: 24 horas dentro de la "lata" con Europa en el parabrisas.

Son conductores, conductores del servicio internacional,
Foto: Amadeu Araújo / TSF
La vida de un camionero: 24 horas dentro de la "lata" con Europa en el parabrisas.

Son conductores, conductores del servicio internacional, hombres de la rueda. Viven agarrados al volante, dentro de un camión a quien llaman lata, privados de la familia.

Cruzada la frontera es la Europa que corre por el parabrisas. En los potentes motores de estas maquinas el combustible, así lo dice Arlindo, "da para miles de kilómetros, 2 a 3 mil". En el caso de que el conductor no reposte en España, así lo obligan ", añade Carlos Pereira, que" sólo se hace más allá de la raya.

Europa en el parabrisas a cambio de un salario que rara vez supera los 1800 euros mes. Además de Vilar Hermoso el salario, español, ya puede llegar a los 2500 euros. "Y allá" la jornada de trabajo, entre planear, conducir, cargar y descargar, puede llegar a las 20 horas ", aclara Francisco.

Y aun en las paradas, cuando el tacógrafo registra en una tarjeta el descanso del conductor "hay trabajo para hacer, pequeños arreglos, limpiezas, mapas".

Porque entre domingos y festivos que no se pueden trabajar en Francia, "el día se hace en el camión o en convivencia con los colegas". Por el medio, dice Constantino, todavía habrá tiempo para las comidas "hechas en el camión, cuando está buen tiempo, o en el restaurante si hay lluvia o nieve".

A los nuevos camiones, dice Luís, que habrá de llevar 25 toneladas de carga hasta los Países Bajos, "no falta comodidad, cocina, frigorífico, teléfono y buenas literas".

Cuando no hay tiempo se acompaña la carretera con una sándwich y un café, hecho en la máquina del camión. En una profesión que aún es de hombres, Magdalena hace doble con su marido y no se queja. "Ganar más que en la fábrica y la vida, aún siendo de hombres, no es mala", declara.

En los camiones nadie enriquece pero son pocos, o casi ninguno, los que se quejan de la profesión, hecha de carretera, cargas y descargas y, la mayoría de las veces, dos a tres semanas sin ir a casa. Fuente: tsf.pt/economia