Los negocios a pie de la N-232, abocados al desastre
Restaurantes y gasolineras de la N-232 ven descender sus ingresos hasta en el 80% por el desvío de camiones. Varios establecimientos ya se están planteando despidos y reclaman flexibilidad para que los camioneros puedan salir de la autopista a comer y repostar.
Jacinto, Giovini, Yuli y Alejandro, a la una y media de la tarde en el restaurante Zenit que por la falta de camioneros se encuentra casi vacío. /
Hace ya quince días que la N-232 a su paso por La Rioja está prohibida para los camiones de cuatro o más ejes. Quince días que ya han servido a los negocios que se encuentran alrededor de la nacional para darse cuenta de lo que les está por venir. La salida de los transportistas de la vía ha supuesto que los ingresos de los negocios bajen ostensiblemente, en algunos casos hasta el 80% de sus ingresos.
Son las víctimas colaterales de una medida que, si puede servir para reducir la siniestralidad en la nacional, amenaza a estos pequeños y medianos negocios y especialmente a un número importante de trabajadores que aún está por cuantificar.
En el kilómetro 438 de la N-232, en San Asensio, se encuentra el restaurante La Bodega, habitual parada de muchos transportistas durante sus rutas de trabajo. Para su responsable, Eva Tobía, la medida ha supuesto una bajada notable del negocio. No deja de pensar en sus antiguos clientes. «Creo que se han cargado los derechos del transportista que antes tenía un servicio a pie de carretera y que ahora no se lo ofrece la autopista, porque las áreas de descanso no están preparadas para ellos, no hay ni aseos, ni duchas, como tenemos en la mayoría de los restaurantes a pie de la N-232», especifica.
Un ejemplo de las cafeterías vacías a la hora del almuerzo. / MARÍA FÉLEZ
«Es una medida equivocada porque la autopista está diseñada para un tráfico ligero y rápido no para que pasen por ella los camiones de forma obligatoria», comenta. «Debería ser algo opcional, con los descuentos que se han aplicado», opina. «El transportista siempre que tiene esa opción la toma, no hay más que ver el tramo Cenicero-Agoncillo», recuerda la responsable de La Bodega.
«Aquí teníamos mucho camionero que paraba y aprovechaba para comprar unas botellas de vino o para coger unos décimos de lotería... Al final ahora pasan por La Rioja de largo y eso no es bueno, se mire por donde se mire, para nuestra comunidad», remacha Eva Tobía.
«La autopista está bien siempre que no haya que cogerla por obligación» EVA TOBÍA | RESTAURANTE LA BODEGA
Entre Calahorra y Aldeanueva de Ebro está el área de Calahorra, en el término del Recuenco. Un bar, un restaurante y dos gasolineras que dan empleo a treinta personas. Julián Escalada es su gerente. «Es una medida incomprensible que además nos está costando una millonada a los riojanos; millones que dejarán de invertirse en colegios u hospitales», comenta. «Hubiese sido mucho más razonable que se liberase la autopista y que cada cual eligiese por dónde ir», añade. Julián está casi seguro de que tendrá que dejar «con todo el dolor del mundo» a varios de sus compañeros en las listas del paro. «Pero eso parece que nadie lo ve o que a nadie le importa», asegura.
Parar por su establecimiento da fe de que la imagen no es la habitual a estas horas. La campa preparada para los camioneros con aseos y duchas está semidesierta. Ni rastro de los trailers que antes paraban aquí para hacer sus minutos de descanso, para tomarse un café o para llenar su depósito. «¿Evitamos los accidentes?», se pregunta. «Pues la realidad es que en los primeros quince días ya ha habido que cortar la autopista en el término de Haro por el vuelco de un camión», se contesta así mismo.
«Es una medida que nos está costando una millonada a los riojanos» JULIÁN ESCALADA | ÁREA DE CALAHORRA
Las dos gasolineras que tiene en ambos lados de la vía son las que más lo han notado. Allí además ha visto cómo se sanciona a los camioneros. «Vienen de Barcelona, piensan que para llegar a Tejerías en Calahorra lo lógico es salirse en Alfaro porque en muchos casos no conocen la zona y se encuentran con 200 euros de multa», relata.
Restaurante La Bodega, que como el resto nota la medida. /
A pocos kilómetros de distancia está Restaurante Zenit. Eduardo Losada, su gerente, reconoce que el perjuicio para el negocio ha sido importante. «Yo creo que la solución pasa por flexibilizar la medida, que los camioneros puedan salir a la N-232 a recibir los servicios que necesitan como la comida o el repostaje», considera.
Son casi las dos de la tarde y el salón del restaurante debería estar lleno de camioneros. No hay ni uno solo desde el día 1 de diciembre. Algún comercial y los trabajadores de una obra cercana son los únicos que se encuentran en el restaurante. «Y aún se nota más en el bar, porque el camionero está todo el día en la carretera y para a desayunar, a tomar un café a media mañana o a media tarde, además de a comer», explica.
«Cualquier reformulación del negocio es posible, pero ahora el futuro del mismo no deja de ser una incógnita y no cabe duda de que en breve se tendrán que tomar medidas en cuanto a puestos de trabajo, porque las consecuencias están siendo patentes y palpables desde el primer minuto», dice frente a un salón vacío en una hora en la que debería estar dando en torno a un centenar de comidas.
Un auténtico desierto
Javier Arnedo tampoco está a favor de la medida tomada por el Ministerio. Él es el gerente de grupo Arnedo, que hace unos meses ha invertido un buen montante de dinero en varios surtidores de gasolina y un restaurante a pie de la N-232. «Han sido 18 nuevos puestos de trabajo que ahora peligran», comenta. Él además tiene una de las mayores flotas de camiones de La Rioja. «Hemos pasado de tener una carretera colapsada a tener un desierto; por eso, creemos que lo bueno hubiese sido una medida intermedia».
Julián y Lorena muestran la campa vacía a la hora del almuerzo. /
Sus camiones para ir de El Villar de Arnedo a Agoncillo, donde tiene sus dos bases, tienen que bajar hasta Calahorra para tomar la autopista. «No tiene sentido tener que hacer 18 kilómetros más para evitar los 36 que separan un sitio del otro», reflexiona. Y aún va más allá. «Teniendo en cuenta que la autopista sólo tiene dos salidas entre Logroño y Calahorra ¿quién va a invertir en esos municipios que se han quedado aislados?», se pregunta.
«Hemos pasado de una carretera colapsada a un auténtico desierto»EDUARDO LOSADA | RESTAURANTE ZENIT
Además ofrece otro punto de vista. «Nosotros intentamos que nuestros camioneros que van de Barcelona a Cantabria pasen por casa a la hora de dormir y aprovechen para estar con la familia, algo por lo que se les está multando», dice alegando que no están claros ni los motivos de las sanciones. «Son sanciones que recaen en el conductor, no en la empresa. Y lo sabe bien porque sus camioneros ya han tenido más de 35 en estos días.
Los perjudicados por el desvío de la nacional se plantean la creación de una plataforma y entre los motivos que alegan es que «el tradicional déficit de las carreteras riojanas en esta comunidad no han de pagarlo los riojanos con sus impuestos».
Fuente: larioja.com