Fenadismer exige al Conseller catalán de Agricultura que pida perdón por acusar sin pruebas a los transportistas de originar el brote de la Peste Porcina Africana en Cataluña.
Si bien la Peste Porcina Africana se encuentra en la actualidad presente en la mayoría de los países del este de Europa y en algunos de Europa occidental, el brote aparecido en Cataluña no corresponde con ninguna de las variedades presentes en dichos países.
Sin embargo, el Conseller autonómico de Agricultura se precipitó en los primeros días acusando a los transportistas de ser los causantes del nuevo foco, sin prueba alguna, pese a que un reciente informe elaborado por el Ministerio de Agricultura apunta a que el posible origen estaría en una fuga procedente de un Instituto de investigación animal propiedad precisamente de la Generalitat de Cataluña, próximo al lugar del foco y del que el Conseller es su presidente
Ya han pasado más de 10 días desde que el Ministerio de Agricultura detectara el pasado 28 de noviembre un nuevo brote de Peste Porcina Africana, después de 31 años sin contagios en España, una de las patologías más temidas por el sector porcino dada su gran virulencia y la ausencia de vacuna específica.
La enfermedad entró por primera vez en Europa desde África en 1957, por vía aérea, en concreto a través varios vuelos procedentes de Ängola que aterrizó en Lisboa ese año, y comenzó a propagarse rápidamente entre los cerdos que se encontraban en las inmediaciones del aeropuerto, que resultaron contagiados al ingerir restos de la comida infectada que había sido consumida en dichos vuelos, estando en la actualidad muy presente en los países del Este de Europa y ocasionalmente, en algunos de los países europeos occidentales.
Ello debió servir de excusa al actual Conseller de Agricultura de la Generalitat de Cataluña, Oscar Ordeig, para que el pasado lunes 1 de Diciembre acusara, de forma absolutamente injustificada, al colectivo de transportistas de ser los responsables de la transmisión de la enfermedad a los jabalíes que aparecieron infectados, con su famosa teoría del “bocadillo con carne infectada tirado por la ventanilla”, afirmando literalmente y sin ningún pudor lo siguiente: “ La probabilidad de que el origen sea de un embutido, un bocadillo o un producto contaminado que haya llegado por carretera –porque Bellaterra es una zona donde pasan muchos transportistas– es alta.”
Para la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER), estas declaraciones precipitadas, hechas sin ninguna prueba fehaciente sino basada en meras conjeturas, son absolutamente despreciables e impropias de un cargo institucional del máximo nivel cómo es el de un consejero autonómico, que no hacen sino incriminar injustificadamente una vez más al colectivo del transporte por carretera, pese a haber venido acreditando su profesionalidad reiteradamente. ¿Por qué tuvo que acusar a los transportistas de haber originado el brote sin prueba alguna, o es que por la AP-7 no circulan miles de vehículos particulares procedentes del resto de la Unión Europea?
Pronto estas acusaciones infundadas del Conseller autonómico de Agricultura han sido puestas en entredicho tras la investigación abierta por el Ministerio de Agricultura para determinar el origen real del nuevo brote aparecido. Así según el informe del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), de Valdeolmos (Madrid), laboratorio de referencia de la UE, ha comprobado que todos los virus circulantes en la actualidad en los Estados miembros de la Unión Europea pertenecen a grupos genéticos diferentes al nuevo grupo genético al que pertenece el virus causante del foco en la provincia de Barcelona por lo que “su origen pueda estar en una instalación de confinamiento biológico” de lo que se deduce que “cabe la posibilidad de que el origen del virus no esté en animales o productos de origen animal provenientes de alguno de los países en los que actualmente está presente la infección”.
Así todo apunta a que el origen del foco estaría en una fuga procedente del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), entidad pública propiedad de la Generalitat de Cataluña, uno de cuyos centros estaría situado próximo a la zona donde se ha detectado el foco de peste porcina, y del que paradójicamente su Presidente es el propio Conseller de Agricultura catalán.
Por ello, desde Fenadismer exigen al Conseller autonómico que se retracte de sus declaraciones y pida públicamente perdón al colectivo de transportistas por las acusaciones infundadas sobre su posible responsabilidad en el origen del brote de peste porcina aparecido en tierras catalanas.
En todo caso, Fenadismer recuerda que la actividad profesional del transporte de animales por carretera está sujeta a estrictos controles administrativos y sanitarios, para garantizar precisamente la eliminación de posibles contagios, entre otros, mediante la limpieza y desinfección de los vehículos de transporte tras cada descarga de animales en los puntos de destino.



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