Fenadismer denuncia que las movilizaciones de ganaderos franceses iniciadas este fin de semana, en protesta por el sacrifico del ganado vacuno a que se están viendo obligados debido a un brote de dermatosis nodular bovina detectado en el país galo, está afectando, una vez más, a decenas de miles de transportistas españoles y de otros países europeos que han visto como están sufriendo continuos bloqueos en las principales rutas internacionales que atraviesan el país galo, siendo utilizados como “rehenes” por parte de los ganaderos galos para incrementar su presión a sus gobernantes.
Hay que tener en cuenta que en el caso de la flota de transporte española, un 40% está dedicada a transporte internacional, en concreto 26.000 empresas y más de 130.000 camiones, los cuales en más de un 90% tienen que transitar obligatoriamente por territorio francés para llegar a cualquiera de los destinos europeos. De hecho, son más de 11.000 los camiones que diariamente cruzan por la frontera española de la Junquera y en torno a 10.000 por la de Irún en dirección a Europa, lo que da idea del impacto tan negativo que producen los bloqueos que están llevando a cabo los agricultores franceses, que sólo en paralizaciones a los transportistas los perjuicios ocasionados podrían alcanzar los 10 millones de euros diarios.
Y lo más preocupante, señala la federación, es que la mayoría de los sindicatos agrarios han anunciado que las movilizaciones y bloqueos se mantendrán en los próximos días, en lo que podríamos calificar de nuevo como una “Semana Negra” para la movilidad por las carreteras francesas, con un fuerte impacto en las exportaciones españolas teniendo en cuenta que además nos encontramos en plena campaña navideña.
Por ello Fenadismer insta al Gobierno español a que con carácter urgente actúe ante las instituciones europeas y el Gobierno francés exigiendo que se garantice el derecho fundamental a la libre circulación por las carreteras europeas, permitiendo a los transportistas españoles y del resto de la Unión Europea poder desarrollar su trabajo con normalidad.
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