Hace exactamente un año, el 9 de diciembre de 2024, los Países Bajos introdujeron controles fronterizos móviles. Estos han demostrado ser razonablemente viables y no han tenido un impacto significativo en el tráfico de mercancías.
Sin embargo, desde que Alemania introdujo controles fronterizos permanentes en septiembre de 2024, los problemas se han ido acumulando. Se producen largos atascos a diario en el lado neerlandés de la frontera, con retrasos de hasta media hora por camión. El perjuicio económico es considerable y afecta tanto a los conductores como a la cadena logística.
Retrasos y costes adicionales
Cada día, 375.000 camiones holandeses cruzan la frontera con Alemania. Debido a los controles alemanes regulares, los daños por retrasos ascienden a un millón de euros al mes. Además, los conductores tienen que detenerse con más frecuencia debido a los tiempos de conducción y descanso. Esto aumenta la presión sobre los conductores y el horario.
Interrupción de toda la cadena logística
Los problemas también afectan a la cadena logística. Con frecuencia se pierden conexiones con otros medios de transporte, como el ferrocarril, el transporte marítimo y el transporte aéreo. Y, a menudo, no hay espacio en la siguiente conexión.
Esto genera aún más retrasos y costos, que no se incluyen en el cálculo actual de daños. Por lo tanto, las consecuencias van más allá del tiempo perdido en la frontera.
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