Julia Swales.- El riesgo en la cadena de suministro suele ser mayor en los puntos donde la carga deja de moverse; por ejemplo, en el transporte de mercancías por carretera, esto ocurre en las áreas de descanso y otros lugares de estacionamiento. A nivel mundial, el transporte por carretera es la modalidad con mayor riesgo de robo de carga, superando con creces al transporte ferroviario o marítimo.
En Europa, una gran proporción del transporte de mercancías se realiza en vehículos con lonas laterales, lo que los hace especialmente vulnerables. Los ladrones se centran en los vehículos estacionados, a veces llegando a pie para robar pequeñas cantidades, que trasladan a una furgoneta cercana. Un método más común consiste en estacionar un vehículo pesado junto al remolque objetivo, cortar la lona y transferir la carga directamente de un remolque a otro, lo que les permite robar casi una carga completa en poco tiempo.
Según el TT Club, en toda Europa los principales corredores de transporte son los más expuestos al riesgo, en particular las rutas que parten del puerto de Róterdam y atraviesan Alemania y Francia. El Reino Unido e Italia también son países de alto riesgo, en gran medida debido a la escasez de aparcamientos seguros. Según la legislación vigente en el Reino Unido, robar un palé de mercancías se considera igual que arrebatar un bolso del asiento del coche, siempre que no haya violencia; esto, claramente, no es suficiente para disuadir a los conductores.
El robo de carga puede abarcar desde métodos poco sofisticados hasta el uso de documentos falsificados, identidades suplantadas y fraude. En estos casos, los delincuentes pueden hacerse pasar por empresas de transporte legítimas para recoger las cargas o hacerse pasar por transportistas que contratan a un transportista legítimo y luego desvían la carga a un lugar de su elección. En ocasiones, se roban varias cargas antes de que nadie se dé cuenta.
Si bien la tecnología puede dificultar el robo y aumentar las posibilidades de detección, no puede garantizar que la carga no sea robada. La tecnología no debe considerarse una solución integral. El factor disuasorio más eficaz a menudo no es tecnológico, sino operativo. Una comunicación sólida, una gestión de inventario robusta y la coordinación en toda la cadena de suministro son fundamentales. Todos los involucrados (cargadores, transportistas, plantas y subcontratistas) deben comprender y seguir los procedimientos de seguridad acordados para reducir las posibilidades de robo.
Autora: Julia Swales. Fuente: Ti Insight



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