¿Ser conductor profesional es una profesión atractiva? Opinión

Pero si a alguien se le pasa por la cabeza ser un conductor profesional asalariado de este sector, debería tener en cuenta algunas cuestiones

Pero si a alguien se le pasa por la cabeza ser un conductor profesional asalariado de este sector, debería tener en cuenta algunas cuestiones

De un tiempo a esta parte, desde la Unión de Conductores Asalariados (UCAS), observamos en el sector del transporte de mercancías por carretera, una campaña en las redes sociales y medios de comunicación, de medias verdades o publicaciones engañosas.

Estas publicaciones tratan de maquillar con una idea romántica, una actividad dura, a veces peligrosa y muchas veces penosa y que la cruda realidad dice que ha perdido el atractivo que en otro tiempo tuvo, pero que hoy no sirve, ni es suficiente para atraer a las nuevas generaciones, por su alta dedicación, falta de tiempo para el ocio, la conciliación familiar y sobretodo por sus precarias condiciones económicas.

Pero si a alguien se le pasa por la cabeza ser un conductor profesional asalariado de este sector, debería tener en cuenta algunas cuestiones que desde UCAS pasamos a detallarles, por ejemplo:

El sueldo medio neto en España ronda los 1450 €, que según el convenio de la provincia donde uno trabaje puede ser superior, que son los menos, o inferior, que son la mayoría de ellas.

Que a este sueldo, les suman unas cantidades en dietas que harán que los sueldos aumenten a cantidades variables en función de la actividad que se realice, transporte nacional, internacional, con mercancías peligrosas, animales vivos, la zona donde se vive, etc. y que raras veces superan los 3000€ todo incluido, en condiciones normales de trabajo.

Hay que decir que las dietas no son salario y por tanto no cotizan, pero en la nómina, conceptos que pudieran ser cotizados, cómo los kilómetros, la nocturnidad, los excesos de jornada, etc. figuran como concepto de dieta, y por lo que las empresas se ahorran una cantidad de dinero en sus obligaciones fiscales que tampoco favorece al trabajador conductor.

Existen otras fórmulas de pago, todas ellas pensadas para cotizar lo mínimo obligatorio en los convenios de referencia.

Las jornadas de trabajo son muy variables e irregulares llegando en muchos casos a las 15 horas de trabajo diarias en periodos prolongados, siendo los siete días de la semana, tratados como días laborables, dónde los festivos muchas veces ni se pagan, ni se compensan.

Además los descansos son mínimos, según la normativa que se utilice. Es muy importante el tema de los descansos, pues sistemáticamente son insuficientes y alejados de la normativa laboral, al igual que las extenuantes jornadas de trabajo, que también vulneran la normativa laboral.

En los casos de transporte internacional, los periodos de trabajo continuado con los descansos mínimos alcanzan hasta 21 días, incluso más, alejados del hogar y de la familia, un sacrificio que no es recompensado de manera alguna.

A estas condiciones de precariedad en lo salarial y de jornadas con mínimos descansos hay que sumar situaciones como la falta de interés por parte de las empresas para tener un entorno amable y seguro con unos valores para una vida laboral digna. Lo habitual es dormir y alimentarse en el camión, olvidando la confortabilidad y el espacio para una movilidad suficiente, obligados a exprimir las jornadas para llegar al cliente, estacionando en lugares nada seguros y sin ningún tipo de servicio ni vigilancia, dónde se pone en riesgo la salud y bienestar del trabajador.

Con la edad las personas necesitan acudir a los servicios médicos para controlar la salud, cosa casi imposible en este sector, ya que la movilidad y el poco interés de los empresarios en esta cuestión hacen inútiles las citas a las que casi nunca acudes por la imposibilidad de llegar a tiempo.

Todo ello es una amalgama de situaciones que habla de la precariedad de los trabajadores a los que de alguna manera se les abandona a su suerte. Abandono que se da en muchas ocasiones cuando se tiene un accidente o algún problema de salud en terceros países.

A estas condiciones hay que sumarle algunas nuevas intenciones de dudosa legalidad, cómo el control de los trabajadores conductores con cámaras dentro de las cabinas, gestionadas por IA y que violentan de manera flagrante la intimidad y dignidad del trabajador.

Cosas como las listas negras de conductores por abandonar y denunciar a las empresas, aún siendo estas las que incumplen sus obligaciones contractuales.

Obligaciones fuera de contrato sobre actuaciones sobre los tacógrafos, la superación continuada de las jornadas de trabajo y la violación de la prohibición de la carga y descarga, etc. hacen que este trabajo se haya convertido entre los menos atractivos de hoy en día.

Todo esto para llegar, a día de hoy a una jubilación obligatoria, si se llega vivo, a los 67 años, si no se tienen en cuenta la jubilación anticipada por coeficientes reductores, lo que indicaría que las calles y carreteras están pobladas de conductores profesionales casi ancianos y sin reflejos a los mandos de máquinas cargadas con 44 toneladas o más a 90 kilómetros hora, toda una amenaza para la seguridad del tráfico en carretera.

En la era de la información inmediata en la que nos movemos, hay quien trata de engañar a aquellos que en su buena fé, tratan de trabajar como conductor profesional y buscar una salida laboral de larga duración, pero lo que encuentran realmente, es un sector con la mayor mortalidad por accidentes laborales, 138 muertos en 2024, un sector con la mayor morbilidad derivada por el ejercicio de la propia actividad, sin el reconocimiento de las enfermedades profesionales como las enfermedades coronarias, musculoesqueléticas, ansiedad y depresión, con una tasa altísima de divorcios y separación familiar, consecuencias derivadas de la soledad, como el alcoholismo, obesidad, abandono físico y muerte temprana.

No es la intención de UCAS, alejar a las nuevas generaciones de este sector, sino más bien de informar de una verdad incontestable, pero que afecta a cientos de miles de profesionales y hacer llegar a las empresas e influencer del sector que si se quiere hablar de las bondades de este trabajo, primero hay que cambiar las actitudes de las empresas e instituciones, cumplir las condiciones de los convenios y mejorarlas, ofrecer mejoras sociales y reconocer el trabajo de los conductores a través de unas condiciones dignas y saludables para una vida mejor.

Esto hoy no ocurre y aún así nos preguntamos ¿Faltan conductores o faltan condiciones?

UCAS: Por una jubilación anticipada por coeficientes reductores, por el reconocimiento de enfermedades profesionales y por la mejora de las condiciones laborales de los conductores asalariados.

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