El Tribunal Supremo rechazó el recurso presentado por Tralusa (Grupo Monbus) y declaró firme la sentencia de nulidad por el despido de un trabajador, obligando a la empresa a readmitirlo de inmediato, así como a pagarle los salarios de tramitación.
Este trabajador había sido despedido en febrero de 2020 por la Empresa Freire (que en ese momento tenía la concesión de la línea de autobús Santiago de Compostela-Aeroporto Rosalía de Castro-Santiago de Compostela) tras conocer que iba a presentarse como candidato a la CIG en las elecciones sindicales, según informa el sindicato en nota de prensa.
Tras varios retrasos en la celebración del juicio a causa de la pandemia, cuando finalmente se dictó la sentencia contra la Empresa Freire, ya se había cambiado la concesión, ahora adjudicada a TRALUSA -la UTE del Grupo Monbus que gestiona el transporte urbano en Santiago de Compostela- y que correspondía, por tanto, reintegrar al trabajador.
Pero el Grupo Monbus, que se negó a subrogarse a todos los conductores que venían prestando este servicio, insistió en no readmitir a este trabajador que había sido despedido y cuya sentencia fue nula. Ahora, la Sala de lo Social del Tribunal Supremo declara firme la sentencia del Juzgado de lo Social 3 de Santiago de Compostela que obligó a TRALUSA a ejecutar el reintegro.
Ante la inminencia de esta sentencia, en los últimos meses este trabajador ha sido objeto de presiones y amenazas directas de represalias por parte de funcionarios de la empresa si no renunciaba a su afiliación a la CIG. Un “hecho delictivo y mafioso que vulnera gravemente el derecho a la libertad de asociación»», denuncia Inácio Pavón, responsable de transporte de la FGAMT-CIG de Compostela.
Por ello, ya advierte que las pruebas se llevarán a juicio en el caso de que el trabajador sufra algún tipo de acoso o no sea reintegrado de forma inmediata, «poniendo sobre la mesa todas las responsabilidades que hay detrás de este caso».
La empresa tiene que pagar los salarios de tramitación del despido
Cabe destacar que durante estos tres años y medio la empresa no ha abonado cantidad alguna al trabajador, a pesar de perder sentencia tras sentencia y recurso tras recurso, por lo que en este momento, habiendo agotado todos los recursos, Monbus se ve en la obligación de readmitirlo en la línea del Aeropuerto Rosalía de Castro y pagarle los salarios de tramitación por el tiempo transcurrido.
También está el hecho de que en estos momentos está abierta la licitación del nuevo contrato de transporte urbano -aunque paralizada por una impugnación- en la que Monbus no incluía al conductor en la lista de subrogables. Este hecho, señala Pavón, ya fue puesto en conocimiento de las autoridades municipales “a quienes se envió la sentencia definitiva de la Corte Suprema, solicitando que se subsane de inmediato esta irregularidad»».
El CIG espera que el trabajador sea reintegrado a su cargo sin más dilación y que Monbus ponga fin a las represalias. Y en este sentido, el responsable de la FGAMT-CIG de Compostela ya ha avanzado que «no vamos a tolerar más abusos de esta empresa que se queja de no tener conductores disponibles pero que se niega a sustituir a los que habían estado en la línea Aeropuerto desde hace años o que tiene trabajadores con sentencia de nulidad en su domicilio sin incorporarlos al trabajo»».
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