El próximo 27 de agosto se celebrará una nueva reunión entre el comité y la dirección de la empresa, a propuesta de Vitrasa. Desde el comité informan que hasta ahora la concesionaria del servicio de transporte urbano de Vigo ha mantenido una postura realista que impedía llegar a acuerdos para actualizar el convenio. Por ello, el comité convocará a una asamblea de trabajadores para acordar movilizaciones, en caso de que no se produzcan avances, coincidiendo con el nuevo curso escolar.
El pasado 11 de marzo, el Comité de Empresa y la dirección de Vitrasa alcanzaron un acuerdo que permitió poner fin a la huelga de 108 días y retomar las negociaciones de un acuerdo que caducaba a finales de 2020.
Vitrasa aludiendo a una reducción de su capacidad económica por la pérdida de pasajeros, se negó a llegar a acuerdos que permitieran la renovación del convenio e incluso llegó a exponer una no aplicación del mismo, lo que supondría bajar el salario de los trabajadores en un 30%. Todo ello provocó que el personal de la concesionaria de transporte urbano de Vigo iniciara el pasado 25 de noviembre una huelga que finalizó el 11 de marzo.
Posición inmobiliaria pese a la inyección económica
Tras 5 meses de negociación, una compensación ya recibida de casi 6 millones de euros y el nuevo reequilibrio de más de 12 millones, anunciado hace meses por el alcalde de Vigo y que el pasado mes de julio ya estaba incluido en las cuentas del Ayuntamiento, Vitrasa sigue negándose a alcanzar acuerdos que permitan actualizar el convenio colectivo vencido. Para la comisión, el resumen de esta situación es que «con una inyección de 18 millones de euros del Ayuntamiento de Vigo, Vitrasa dice que necesita más dinero para acometer una negociación con sus trabajadores».
Durante este periodo de paz social, la postura de Vitrasa fue inmovilista y totalmente contraria a la negociación, pretendiendo mantener una pérdida de poder adquisitivo de sus trabajadores superior al 14% y evitar las mejoras sociales reclamadas por la plantilla.
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