Mercados volátiles y disminución de la capacidad: estrategias para una red logística europea resiliente

La logística se centra cada vez más en la gestión de datos con la misma precisión que los activos físicos

La logística se centra cada vez más en la gestión de datos con la misma precisión que los activos físicos

El mercado europeo del transporte de mercancías ha entrado en una fase más compleja y exigente. A medida que 2025 se acerca a su fin, el brusco enfriamiento observado a finales de otoño no se ha traducido en una clara desaceleración ni recuperación. En cambio, se ha asentado en un punto de referencia de volatilidad persistente.

La actividad manufacturera en la eurozona sigue oscilando entre la expansión y la contracción, mientras que la demanda de transporte de mercancías sigue siendo desigual y muy sensible a fluctuaciones a corto plazo. Al mismo tiempo, la capacidad de transporte en toda Europa se ve estructuralmente limitada, lo que genera una paradoja: una demanda moderada sumada a un mercado que carece del excedente de camiones necesario para absorber los cambios repentinos de volumen.

Esta tensión es ahora la característica definitoria del panorama logístico europeo. El “por qué” histórico: limitaciones de capacidad acumuladas a lo largo de los años.

La disminución actual de la capacidad no es resultado de un solo shock. Es el legado de una corrección de varios años que comenzó después de la pandemia y se intensificó durante la recesión de 2023-2024.

Durante ese período, las quiebras en el sector europeo del transporte y el almacenamiento aumentaron aproximadamente un 180 % en comparación con los niveles históricos, lo que eliminó permanentemente del mercado a un gran número de transportistas pequeños y medianos. Muchos otros redujeron su flota o pospusieron inversiones, mientras que miles de transportistas más pequeños abandonaron el sector por completo. Como resultado, el tradicional colchón de seguridad de capacidad disponible prácticamente ha desaparecido.

A diferencia de la demanda, la capacidad no se recupera rápidamente. Los operadores se muestran cautelosos a la hora de invertir en nuevos camiones debido al aumento de los costos de cumplimiento normativo y la continua incertidumbre regulatoria, ya que los próximos peajes, las obligaciones de información y las normas transfronterizas siguen en constante cambio.

“Este no es un problema cíclico que se resuelva rápidamente”, explica Tomas Šilinikas, director de precios de Girteka . “Incluso cuando la demanda se enfría, el mercado ya no tiene suficientes camiones de repuesto para absorber las fluctuaciones. Por eso, las tarifas spot no se desploman como antes, a pesar de la frágil situación de la demanda interna de la UE”.

La situación se ve agravada por la creciente escasez de conductores en Europa, que alcanzó las 426.000 plazas vacantes en 2024, y las cifras siguen aumentando. Con una plantilla envejecida y una entrada limitada de nuevos conductores, la elasticidad de la capacidad sigue siendo muy limitada, lo que significa que incluso si hubiera camiones adicionales disponibles, no habría suficientes conductores para operarlos.

Por qué la volatilidad es estructural y no cíclica

Varias fuerzas están convergiendo para hacer de la volatilidad una característica estructural del mercado de transporte de mercancías europeo en lugar de una condición temporal.

Los indicadores macroeconómicos recientes subrayan la fragilidad del mercado. La actividad manufacturera de la eurozona sigue rondando el umbral del estancamiento, con lecturas del PMI fluctuando cerca de niveles contractivos. El crecimiento, cuando existe, se debe principalmente al consumo interno, más que a las exportaciones, lo que hace que la demanda de transporte de mercancías sea sensible incluso a cambios menores en la confianza.

Los costos de la energía y la geopolítica siguen generando incertidumbre. Si bien los precios del diésel se mantienen más estables que durante la crisis energética de 2022, las tensiones geopolíticas aún se traducen rápidamente en fluctuaciones en los precios del combustible y desafíos de planificación.

Al mismo tiempo, la presión regulatoria se está intensificando, creando lo que muchos operadores ahora describen como “inflación regulatoria”:

La primera señal importante fueron los aumentos de los peajes basados ​​en el CO₂ en Alemania.

Se espera que, a mediados de 2026, los Países Bajos sustituyan la Euroviñeta por un sistema de cobro basado en la distancia, y es probable que otros países sigan su ejemplo.

Los peajes y las tasas viales ya no son un elemento de coste marginal. En mercados europeos clave, los sistemas vinculados al CO₂ y basados ​​en la distancia han elevado los peajes a alrededor del 14 % o más del coste total del transporte de mercancías, en promedio, según el país, y hasta aproximadamente el 23 % en ciertos viajes individuales. Se prevén nuevos aumentos a medida que se expandan los sistemas de cobro basados ​​en la distancia.

Por último, las perturbaciones relacionadas con el clima (desde las olas de calor que afectan los flujos agrícolas hasta las inundaciones que impactan la infraestructura) están añadiendo otra capa de imprevisibilidad operativa.

“En conjunto, estas fuerzas significan que la volatilidad ya no está impulsada únicamente por los ciclos de demanda, sino por una interacción compleja de variables económicas, regulatorias y ambientales”, concluye Šilinikas.

Desarrollando resiliencia: cómo responden los líderes logísticos

En este entorno, la resiliencia ya no consiste en reaccionar más rápido, sino en diseñar redes que puedan absorber los impactos sin romperse.

Un pilar central de este enfoque es un renovado enfoque en los contratos estratégicos a largo plazo. A medida que los precios spot se suavizaron a finales de 2025, la brecha entre los precios spot y los contractuales se redujo significativamente, reforzando el valor de la estabilidad contractual.

“Los contratos a largo plazo ya no se basan solo en el precio”, afirma Šilinikas. “Se centran en garantizar el acceso a la capacidad. En un mercado estructuralmente ajustado, ser un socio preferente determina si sus productos se mueven con fluidez o si se ven afectados por interrupciones”.

La digitalización es otro factor clave. El análisis predictivo, la visibilidad en tiempo real 24/7 y el modelado de escenarios ayudan a los operadores a anticipar cuellos de botella, redirigir flujos y optimizar activos en diferentes regiones. La logística se centra cada vez más en la gestión de datos con la misma precisión que los activos físicos.

Al mismo tiempo, los modelos de precios están evolucionando. Las cláusulas flexibles sobre combustible y peajes, los mecanismos de precios dinámicos y los ciclos de licitación más cortos y frecuentes permiten que tanto los transportistas como los cargadores compartan el riesgo sin desestabilizar las alianzas a largo plazo.

La perspectiva del transportista: del enfoque en los costos a la gestión de riesgos

Si bien las condiciones volátiles pueden crear oportunidades de costos a corto plazo, también aumentan la exposición a la escasez de capacidad durante períodos críticos.

Las cadenas de suministro resilientes se construyen cada vez más a través de la colaboración: pronósticos compartidos, compromisos de volumen transparentes y planificación conjunta en torno a la estacionalidad, las promociones y los cambios regulatorios.

El objetivo ya no es conseguir la ruta más barata en cada momento, sino garantizar la continuidad en tiempos de incertidumbre.

Perspectivas para 2026: Estabilización lenta, mayor complejidad

De cara al futuro, la mayoría de los indicadores apuntan a una recuperación lenta y sostenida en lugar de un repunte pronunciado. Se espera que el crecimiento del PIB europeo se mantenga moderado, impulsado principalmente por el consumo de los hogares en lugar de la expansión impulsada por las exportaciones.

Sin embargo, la complejidad seguirá aumentando. Los costos regulatorios, los informes de emisiones, los sistemas de peajes y los requisitos ESG influirán cada vez más en la disponibilidad y los precios de la capacidad. Las empresas que retrasen la adaptación se arriesgan a sufrir shocks repentinos de costos o déficits de capacidad.

El mercado logístico europeo ya no se define por simples ciclos de auge y caída. La volatilidad y la capacidad limitada se están convirtiendo en características permanentes del panorama.

El éxito el próximo año dependerá de la capacidad de integrar simultáneamente tres dimensiones: señales macroeconómicas, transformación regulatoria y disrupción ambiental. Las redes logísticas, construidas exclusivamente en torno a la optimización de costos, están cada vez más expuestas.

En este entorno, la resiliencia no es una postura defensiva, sino una ventaja competitiva. Las empresas que invierten en alianzas a largo plazo, planificación basada en datos y diseño de redes adaptables estarán mejor posicionadas para afrontar la incertidumbre y promover un crecimiento sostenible, incluso ante la continua evolución del mercado.

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