El Sindicato del Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) mantiene las movilizaciones contra el traspaso de Rodalies, la línea R1 y la privatización de Renfe Mercancías.
Según informa en nota de prensa, no es la primera vez que el sindicato se ve obligado a luchar contra este modelo de desmantelamiento del ferrocarril público. En el pasado, se desconvocaron huelgas confiando en la buena fe negociadora y en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados. Sin embargo, en esta ocasión, el SFF-CGT no desconvocará sin un análisis riguroso y detenido del acuerdo que se ha puesto sobre la mesa. El incumplimiento de lo pactado en 2023, afirman, no es un detalle menor.
El acuerdo alcanzado ahora entre la mayoría de los Comités Generales de Empresa (CGEs) de Adif y Renfe, las organizaciones sindicales SEMAF, CCOO, UGT, y SCF, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Generalitat de Catalunya debe ser evaluado por la afiliación del SFF-CGT. Será ella quien determine si el acuerdo ofrece las garantías necesarias para detener las movilizaciones, afirman desde la organización rojinegra.
Un acuerdo impuesto sin consulta ni buena fe negociadora
Para el SFF-CGT el acuerdo se ha estado trabajando todo el fin de semana con los ritmos y las premisas que marcaba Esquerra Republicana mientras celebraban su 30º Congreso. Unas negociaciones en las que pedían calma, «no les enfademos que están de Congreso». Unas negociaciones en las que pedían no ser exigentes.
Unas negociaciones que para el sindicato han sido una carrera contra el reloj, con presiones como la filtración de borradores, orquestado por el Ministerio de Transportes y las empresas Adif y Renfe para no dar voz a los trabajadores y trabajadoras.
Un final de negociaciones en las que cuando desde el SFF-CGT les han dicho que tendrían que consultar con su afiliación antes de firmar cualquier acuerdo, han optado por eliminar del acta y que no figuraran como participantes de las negociaciones, denuncian desde el SFF-CGT. «Así queda todo en casa, ¡por unanimidad! Como en las mejores democracias del Siglo XXI», indican en tono irónico.
Desde el SFF-CGT, reafirman su compromiso con la participación de los trabajadores y trabajadoras en la toma de decisiones. «Somos nosotros y nosotras quienes decidimos el rumbo de nuestras condiciones laborales y el futuro del ferrocarril».
Desde el SFF-CGT lamentan que, durante estos días, la plantilla ferroviaria «ha sido utilizada, una vez más, como moneda de cambio en acuerdos políticos que no responden a sus intereses, sino a estrategias partidistas. El ferrocarril público sigue siendo troceado, privatizado y desmantelado, sin preocuparse por el impacto en las trabajadoras y trabajadores del sector ni en el servicio prestado a los usuarios y usuarias, indican desde el Sector Federal Ferroviario de la CGT».
El sindicato hace un llamamiento a la plantilla para secundar la jornada de huelga, que sigue adelante porque «nos estamos jugando el empleo. El SFF-CGT no se detendrá hasta garantizar que los derechos de las trabajadoras y los trabajadores no sean vulnerados y que el ferrocarril público no se convierta en una pieza más del mercado privado«.
Desde el Sindicato advierten que esta lucha no es solo por las condiciones laborales actuales, sino por la defensa del modelo de empresa, por los convenios y por el futuro del sector ferroviario.
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