Aunque no siempre resulte evidente a simple vista –sobre todo para quienes no tengan experiencia en el sector agrícola–, la agricultura en México está incorporando un abanico cada vez mayor de herramientas avanzadas en sus procesos de producción. Y no se trata solamente de mejor maquinaria o mejores fertilizantes, sino que también pasa por un extraordinario despliegue de herramientas digitales de última generación.
Como muchas otras industrias, la agricultura depende cada vez más del acceso a internet, tanto para la gestión de las compras de suministros o la venta de las cosechas como para la configuración de dispositivos IoT, maquinaria automatizada y agricultura de precisión. Se trata de una ventaja extraordinaria a la hora de agilizar los procesos de cultivo, riego, cosecha y distribución, pero también supone un punto de vulnerabilidad crítico.
Todo lo que se conecta a internet puede ser hackeado
Cualquier dispositivo que tengamos conectado a internet es susceptible de verse hackeado. Tendemos a pensar que los hackeos solo afectan a las empresas tecnológicas, los bancos o los ministerios, pero lo cierto es que los ciberatacantes tratan de vulnerar cualquier dispositivo que pueda generar un rédito económico, así que la agricultura no está libre de peligros en el ámbito digital.
De hecho, hackeos como el del oleoducto Colonial en los Estados Unidos demostraron que los ciberatacantes están expandiendo sus actividades y apuntan cada vez más a instalaciones industriales o agrícolas. Considerando la gran cantidad de dinero que se mueve en estas industrias, los hackers pueden conseguir enormes ganancias vulnerando sus sistemas, cifrando sus archivos y exigiendo después un rescate a cambio de restablecerlos.
Los ataques de ransomware son el principal recurso
Cualquier industria que dependa de sus sistemas informáticos para poder desarrollar sus actividades puede verse completamente paralizada por un ataque de ransomware. Estos ataques están extendiéndose cada vez más en América Latina, y se espera que se agraven en los próximos años ahora que los hackers pueden valerse de herramientas de IA para generar un código malicioso que sea todavía más eficiente.
Las plantaciones agrícolas que tienen conectado su sistema de riego a una red informática, que utilizan tractores y segadoras inteligentes, o que dependen de clasificadoras ópticas para procesar sus cultivos, pueden sufrir pérdidas millonarias si son víctimas de un ciberataque de este tipo. La revolución digital llegó hace tiempo a nuestros campos, lo que implica muchas mejoras en la producción, pero también entraña nuevos riesgos.
El sector agrícola se familiariza con la seguridad digital
Ahora, los propietarios de plantaciones no solo deben preocuparse por la temporada de lluvias o por las olas de calor, sino que además deberán prestar mucha atención a la seguridad digital de sus instalaciones. Esto implica el uso de herramientas de ciberseguridad como una VPN, un antivirus, redes locales, y copias de respaldo.
.- El cifrado de una VPN. Así como a nivel particular usamos una VPN Chrome para proteger nuestra navegación web, la conexión a internet de cualquier plantación agrícola debe estar protegida por el cifrado robusto de una VPN. Esto incluye también las conexiones establecidas con sistemas satelitales como Starlink.
.- Antivirus de última generación. Las amenazas en forma de virus y malware se renuevan cada vez más deprisa, sobre todo ahora que la inteligencia artificial está siendo empleada con fines maliciosos por un número creciente de hackers. Contar con la mejor protección ante estas ciberamenazas resulta indispensable.
.- Redes locales. Buena parte de la maquinaria empleada en el sector agrícola puede gestionarse a través de una red local sin acceso a internet. La señal GPS utilizada por los tractores y cosechadoras seguirá estando disponible, mientras que una red local eliminará casi por completo el riesgo de sufrir un hackeo.
.- Copias de seguridad. Sufrir un ataque de ransomware sin contar con una copia de respaldo de nuestros archivos puede ser devastador. Por eso es tan importante que las plantaciones dispongan de copias de respaldo almacenadas en frío para prevenir los daños derivados de estos ataques.
Todas estas medidas de seguridad digital contribuyen a reforzar la seguridad de la maquinaria y los sistemas informáticos empleados en la industria agrícola, incluyendo los dispositivos IoT que son cada vez más habituales tanto en sus oficinas como en otras instalaciones. Esto incluye las cámaras por IP y otros sistemas similares. Los daños de un hackeo en una plantación pueden ser millonarios, ¡así que prevenirlos siempre será mucho más económico!
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