Preparar una vivienda antes de cualquier tipo de cambio, no es algo que deba tomarse a la ligera. Esta preparación no solo se refiere a la limpieza y organización, sino también a la adecuación estructural y estética que puede requerir el inmueble en general. La importancia de este proceso radica en garantizar la seguridad, funcionalidad y presentación óptima de todo el espacio que se va a trabajar.
Las reformas son muy comunes en muchos hogares y algunas personas pueden sentirse tentados a realizar estos procesos por sí mismos, pero confiar en una empresa experta puede marcar la diferencia entre un trabajo bien hecho y un resultado insatisfactorio. Los expertos como Mavisan, tienen el conocimiento, experiencia y herramientas necesarias para abordar cada aspecto con verdadero profesionalismo.
No cabe duda que, preparar adecuadamente una vivienda antes de cualquier cambio es crucial. Y al hacerlo, contar con el respaldo y la experiencia de una empresa especializada puede hacer toda la diferencia, puesto a que garantiza resultados óptimos y evita complicaciones futuras.
¿Qué es una reforma de una vivienda?
Es un proceso de renovación o mejora de una estructura que abarca diversos aspectos y áreas de la propiedad. Esto puede incluir modificaciones estructurales, como refuerzos o cambios en la distribución de espacios. También incluye los sistemas y servicios básicos, como electricidad, fontanería y calefacción.
Además, pueden involucrar la renovación de acabados y revestimientos de paredes, suelos y techos, entre otros; siempre con el objetivo de mejorar la funcionalidad y estética de la vivienda.
¿Qué hacer antes de una reforma?
Preparar una vivienda adecuadamente, es muy importante para garantizar que el proceso se desarrolle de manera eficiente. Esto ayuda a minimizar los riesgos y maximiza los resultados.
.- Evaluación inicial: Realiza una evaluación detallada del estado actual de la vivienda. Identifica las áreas que requieren atención, ya sea por daños estructurales, deterioro o necesidades estéticas.
.- Despejar el espacio: Retira todos los muebles, electrodomésticos y pertenencias de áreas que estén en el lugar donde se hará el trabajo. Almacénalos en un lugar seguro para protegerlos.
.- Protección de superficies: Protege adecuadamente los pisos, paredes y otras que no serán parte de todo el proceso, para evitar que sufran algún tipo de daño. Utiliza materiales como lonas, plásticos o cartón.
.- Desconexión de servicios: Si es necesario, desconecta temporalmente los servicios básicos como electricidad, agua o gas. Asegúrate de contar con la asistencia de profesionales para garantizar una desconexión segura para que no exista ningún problema al respecto durante los trabajos de la reforma.
.- Identificación de zonas de trabajo: Define claramente los lugares donde se trabajará y asegúrate de que estén debidamente señalizadas. Esto facilitará la organización y evitará confusiones.
.- Gestión de residuos: Establece un sistema adecuado para la gestión de residuos y escombros generados durante la preparación y ejecución. Contrata servicios de recolección o alquila contenedores si es necesario.
.- Seguridad: Verifica que se cumplan todas las medidas de seguridad necesarias. Asegúrate de que el área de trabajo esté libre de riesgos y de que se utilicen equipos de protección adecuados.
.- Planificación: Organiza la logística de la reforma, incluyendo la entrega de materiales, programación de trabajos y la coordinación con profesionales y proveedores.
.- Documentación: Documenta el estado inicial de la vivienda mediante fotografías o videos. Esto puede ser útil para futuras referencias y para resolver posibles discrepancias o problemas durante la reforma.
¿Cuándo es necesario hacer una reforma?
La necesidad de realizar una puede surgir por diversas razones y circunstancias. Algunas situaciones comunes, son:
.- Cuando las necesidades de los residentes cambian, como la llegada de nuevos miembros a la familia, necesidad de espacios de trabajo en casa, para personas con movilidad reducida, entre otros.
.- Si la vivienda presenta problemas que afectan la habitabilidad, como humedad, filtraciones, problemas estructurales o deterioro en general.
.- En caso de que las instalaciones de la vivienda, como electricidad, fontanería, calefacción o sistemas de climatización, están obsoletas o presenten fallos frecuentes.
.- Cuando se desea mejorar el aspecto estético de la vivienda, actualizar acabados, revestimientos o redistribuir los espacios.
.- Puede ser una estrategia para aumentar el valor de la vivienda, especialmente si se planea vender o alquilar.
.- Si la vivienda no cumple con las normativas vigentes en aspectos como accesibilidad, eficiencia energética o seguridad.



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