Un transportista de la localidad alemana de Gengenmark, situada en el sur del país, ha sido noticia ayer al publicar en su perfil de Facebook el curioso hallazgo con el que se encontró dentro del camión de segunda mano, que compró en una empresa dedicada a la compraventa de vehículos industriales, nada menos que medio millón de euros.
El acuerdo comercial con la empresa que le vendió el camión lo firmó el pasado martes 24 de diciembre, después de pasar junto a su esposa y su hijo toda la mañana viendo camiones, hasta decidirse por el que se acercaba más a su presupuesto y sus necesidades como transportista autónomo, ya que el que conducía hasta ahora ya tenía demasiados kilómetros.
La compra tenìa como condición que el compraventa le valorara y se quedara con su viejo camión con más de un millón de kilómetros, y él elegía entre los más nuevos que tenía en la exposición a la venta.
Por fin se decidieron por uno que contaba con todas las últimas novedades tecnológicas y el cuentakilómetros marcaba poco más de 124.000 kilómetros, garantizados por la empresa de compraventa, tal y como demostraba la documentación, ya que el anterior dueño se había visto obligado a venderlo hacía tres meses por problemas de salud. Una venta de la que se había encargado uno de los hijos del primer transportista que lo compró en el concesionario del fabricante.
Revisaron su nueva compra, incluso hizo con el camión un pequeño recorrido para probarlo, firmaron el contrato al llegar a un acuerdo por ambas partes sobre la valoración de su viejo camión y después de sellar la compra, con unos cafés de por medio, con el propietario de la exposición de compraventa de vehículos industriales, acordaron que lo recogería ayer viernes 27 de diciembre.
Pero la agradable sorpresa se la llevó al llegar a las puertas de su domicilio a las afueras de la localidad alemana de Gengenmark, donde siempre había aparcado su camión, al lado de la nave industrial donde lo aparcaba por las noches.
Antes de hacer un recorrido acompañado de su hijo para ver si funcionaban correctamente todas las últimas novedades tecnológicas de las que disponía, decidieron comprobar los armarios y cajones de la cabina, la nevera, la cama y los departamentos para los repuestos de emergencia que llevaba siempre en el camión.
La sorpresa llegó cuando al levantar una pesada bolsa con unas cadenas para la nieve que había bajo la cama, encontraron una bolsa grande de plástico negro, y dentro, en otra bolsa del mismo color, vieron mucho dinero.
Después de la enorme sorpresa inicial padre e hijo decidieron contarlo, había exáctamente medio millón de euros en billetes de 20, 50, 100, 200 y 60 billetes de 500 euros. Pero sabían perfectamente que aquel dinero no les pertenecía, aunque su hijo llegó a insinuar que se lo quedaran, ya que el camión que había comprado su padre llevaba tres meses a la venta y nadie de la familia del anterior dueño reclamó el dinero.
Pero para este transportista alemán, quedarse con el dinero no le parecía honrado: «No habría podido vivir tranquilo, ni descansar con mi conciencia diciéndome que me había quedado con un dinero que no era mió, además sabiendo que el anterior propietario tuvo que vender su camión por problemas de salud», declaró ayer a la prensa alemana. Así que decidió ponerse inmediatamente en contacto con el hijo del anterior dueño del camiòn -del que no se han revelado datos- para devolverle el dinero que no le pertenecía.
Esta es una historia que se nos ha ocurrido publicar hoy 28 de diciembre de 2024, dia de los Santos Inocentes, en los que se publican tradicionalmente noticias que ojalá fueran ciertas muchas veces, pero que no son reales. ¡¡Feliz día de los Santos Inocentes!!, ¡¡Buena Ruta!!.
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