El conductor del autobús de ALSA que sufrió un accidente de tráfico en Avilés en septiembre de 2018 con el resultado de cinco muertos y 14 heridos ha sido condenado a una pena de tres años de prisión.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés le ha condenado como responsable de cinco delitos de homicidio y doce de lesiones por imprudencia grave, y también le ha impuesto el pago indemnizaciones por más de 122.000 euros y la privación del derecho de conducir vehículos durante cuatro años, según ha informado la agencia EFE.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, considera probado que el conductor siguió con su actividad profesional a pesar de que había sido advertido de que la medicación que tomaba para tratarse de epilepsia «podía afectar a su capacidad en la conducción».
El fallo incide en que el acusado «no aceptaba el diagnóstico de epilepsia por las consecuencias que ello podía acarrear para su actividad laboral» y señala que el conductor no informó de todo ello a la empresa.
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