Si hace tiempo quieres darle una nueva estética a tu vivienda, pero hasta ahora no has encontrado una opción que te convenza del todo, el estucado puede ser la técnica ideal para renovar tus fachadas. Seguramente sabes de qué se trata este método pero, si no es así, a continuación lo analizamos.
El estucado es una alternativa muy simple, que se ha puesto de moda en el diseño y acabado aplicado a diversas superficies gracias a que ofrece todo tipo de ventajas en comparación a otras.
Recomendable especialmente en la parte final del proceso de construcción o refacciones de casas, sobre todo aquellos que buscan una terminación fácil y rápida valoran sus principales beneficios.
¿Cuáles son las ventajas concretas del estucado?
Aspecto y versatilidad
Si hay algo por lo que destaca es por su apariencia elegante y sofisticada, altamente personalizable porque existen numerosos colores, texturas y acabados entre los que puedes seleccionar los tuyos. Esto permite crear efectos visuales únicos y exclusivos, que serán de tu hogar y de ningún otro.
Resistencia y durabilidad
Al contrario de otros remates de obra, el estucado es resistente a los factores externos y durable. Pueden transcurrir años sin que tenga ningún tipo de problema, y esto permite amortizar cualquier inversión realizada en su instalación. El secreto está en la fórmula de composición, que lleva ciertos materiales comunes en la industria de la construcción como la cal, la arena y el cemento, formando una capa sólida que protege las superficies que se encuentran debajo del desgaste del sol y el agua.
Bajos costes de mantenimiento
Si de por sí su precio es más bajo que el de otros recubrimientos para el exterior de los inmuebles, hay que sumarle a eso que los costes de mantenimiento son realmente bajos, evitando representar dolores de cabeza con el paso de los años. Y si sufre algún daño o deterioro, puede repararse localizadamente, lo que evita no sólo los gastos sino también suciedad y molestias.
3 tipos de estucado que son tendencia:
Veneciano
Como su nombre bien lo indica, es originario de la ciudad italiana y se caracteriza porque imita notablemente el mármol. Es ideal para los interiores, sobre todo en muros y columnas, dándoles solidez. No obstante, no es nada extraño que se use en exteriores, en paredes y entradas de casas.
Texturizado
Probablemente es la clase de estucado más popular a día de hoy. La clave está en que aporta estilo además de dar la sensación de espacios más grandes. Hace que las paredes y las chimeneas, por citar dos utilizaciones muy recurrentes, luzcan de mayor calidad. Y es perfecto en las fachadas.
Exterior
Finalmente, el estucado exterior es aconsejable para aquellos que buscan protección y belleza. Notarás que muchos edificios modernos son finiquitados con estucado por estas cualidades. Normalmente, se añade una capa de imprimación para asegurar la adherencia del estuco.
Incorporándolo de esa forma, se reduce el desgaste causado por la lluvia, el frío y el calor, causando además un agradable efecto visual que no pasa de moda.
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