La nueva ley europea sobre etiquetas de vino está transformando el sector. Ahora, las bodegas tienen que ser más transparentes y revelar todo sobre sus vinos: desde los ingredientes y alérgenos hasta el trayecto de las uvas.
¡Es como si te invitaran a descubrir todos sus secretos! Aunque para las bodegas es un desafío, para los consumidores es una gran noticia. Ahora podrán elegir sus vinos favoritos con toda la información a mano.
¿En qué consiste la nueva normativa europea de etiquetado?
Desde 2023, la Unión Europea exige que los productos alcohólicos, como el vino, suministren más información en sus etiquetas.
A diferencia de normativas anteriores, esta nueva ley obliga a los productores a detallar los ingredientes, valores nutricionales y alérgenos.
Hasta hace poco, los vinos no estaban obligados a incluirla tan detallada. Se les trataba como una categoría diferente dentro de los productos alimenticios.
Con esta nueva normativa, la UE busca cerrar ese vacío y estar a la altura de lo que espera, en especial cuando las personas tienen interés y su atención en saber de dónde vienen los productos que consumen. En este sentido, se exige la inclusión de un etiquetado que especifique:
La lista de ingredientes y su procedencia.
Información sobre el contenido calórico.
Advertencias sobre la presencia de alérgenos.
Las bodegas deberán adaptar sus procesos y logística sin sacrificar la estética de sus productos ni sobrecargar el etiquetado físico, pues los requisitos de información son extensos y detallados.
El uso de un código QR para cumplir con la normativa
Ante el reto de incluir tanta información en etiquetas que se han caracterizado por su diseño limpio y minimalista, las bodegas han empezado a buscar soluciones digitales.
Aquí es donde entra el uso de códigos QR. Una tecnología que da información detallada sin ocupar espacio adicional en la botella.
Gracias a herramientas como SwearIt, las bodegas pueden incluir todo lo necesario a través de un código QR vino.
Los consumidores solo tienen que escanear la etiqueta con su móvil para saber sobre el producto sin tener que rediseñar sus etiquetas físicas.
Además, hace más fácil actualizar los datos. Por si la normativa cambia o si se introducen nuevas prácticas en la producción.
Impacto en el mercado europeo y proyecciones a futuro
La implementación de esta normativa tendrá un impacto notable en el mercado europeo del vino. Se siente en cómo se elige y usa lo que consume.
La exigencia de transparencia y trazabilidad responde a una tendencia en aumento en la industria alimentaria y de bebidas.
Con el código QR, el sector vinícola tiene una herramienta que le ayuda a cumplir con los requisitos de la UE sin sacrificar su imagen ni incurrir en gastos de rediseño.
El cambio también significa un desafío para las pequeñas y medianas bodegas, que deberán adaptarse rápido a estas nuevas exigencias. Eso sí, sin contar, en muchos casos, con los mismos recursos que las grandes empresas del sector.
Sin embargo, gracias a las soluciones digitales, el sector vinícola puede enfrentar este reto de forma eficiente y seguir apostando por la confianza del consumidor.
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