Los instructores del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ahora están equipados para transmitir conocimientos y habilidades vitales de conducción defensiva a sus conductores y subcontratistas en Uganda y Tanzania, mejorando la seguridad de las misiones humanitarias.
La Agencia de la ONU para los Refugiados depende de su flota y de sus conductores para llevar a cabo misiones humanitarias cruciales en las carreteras, a menudo en lugares remotos y rurales.
Para aumentar su seguridad y eficiencia, la IRU, la organización mundial de transporte por carretera, ha impartido un programa integral de cinco días de duración sobre conducción defensiva para capacitar a los capacitadores .
Basado en estándares industriales reconocidos internacionalmente, el programa equipa a los instructores –y, por extensión, a los conductores– con técnicas avanzadas para anticipar, evitar y manejar de forma segura posibles peligros en la carretera.
La formación se centra en anticipar y responder a una variedad de condiciones de la carretera, así como en comprender la psicología de otros conductores y usuarios de la carretera para predecir sus acciones.
Fomenta un enfoque proactivo de la seguridad vial y la gestión de riesgos, mejorando el conocimiento de la situación y los tiempos de reacción. Además, el programa aborda estrategias para reducir los riesgos que plantea la conducción agresiva o distraída.
Los accidentes de tránsito representan una amenaza importante para el personal del ACNUR, los socios implementadores, las comunidades afectadas y las poblaciones locales.



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