Agencias.- Bélgica ha vivido una huelga nacional en la que los sindicatos protestaron contra el presupuesto de 2026, consiguiendo paralizar el transporte público, tanto por ferrocarril como por carretera y los vuelos, en la que exigen al Gobierno cambios reales en las pensiones y en las ayudas sociales a los más desfavorecidos.
El Gobierno belga había anunciado medidas para 2026 que afectarán a las pensiones, a la edad de jubilación y también a las ayudas sociales, lo que llevó a todos los sindicatos a convocar tres días de protestas y movilizaciones.
En Bruselas, el transporte público se paralizó casi completamente y el Aeropuerto de Bruselas canceló todos los vuelos de salida, además de anular numerosas llegadas. Las líneas de tranvía y autobús en todo el país estuvieron casi desiertas, ya que todos los trabajadores se sumaron a la huelga.
Los líderes de las centrales sindicales calificaron el presupuesto de retroceso para los trabajadores y dijeron que el impacto recaerá sobre los hogares ya bajo presión. Paros similares se han repetido a lo largo de este año 2025, incluida una gran manifestación en octubre que reunió a más de 100.000 personas.



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