Los robos a camiones de carga en el transporte por carretera se producen preferentemente en horas nocturnas (72%) y en áreas o parking donde los transportistas cumplen con los descansos obligatorios (50%), aunque los polígonos industriales (18%) son también zonas de riesgo donde suelen actuar los ladrones.
Los estudios realizados recogen que los robos en las áreas urbanas tienen una incidencia del 30%, siendo fundamentalmente mercancías que son sustraídas de camiones y furgonetas que realizan labores de distribución. En transporte de largo recorrido los robos afectan principalmente a vehículos articulados (40%) y a camiones rígidos pesados (36%).
Los mayores riesgos y daños que sufren los transportistas víctimas de robos son los ataques físicos, una circunstancia que se produce en el 21% de los casos, y la sustracción de los vehículos con un porcentaje del 60%.
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