La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) manifiesta su rechazo a la posición que el Gobierno de España ha trasladado por carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de mantener el veto total a los vehículos de combustión a partir de 2035, una medida que considera prematura, poco realista y profundamente negativa para el sector del transporte por carretera, especialmente en el ámbito de los vehículos pesados y la larga distancia.
«El transporte de mercancías no dispone hoy de alternativas tecnológicas viables, eficientes y accesibles que permitan prescindir de los vehículos de combustión en los plazos planteados. La electrificación, en su estado actual, no da respuesta a las necesidades operativas del transporte pesado, ni en autonomía, ni en tiempos de recarga, ni en disponibilidad de infraestructuras, aspectos críticos para garantizar el abastecimiento de bienes en todo el territorio», resalta la confederación empresarial.
El presidente de la CETM, Carmelo González, ha reiterado en numerosas ocasiones que “el sector del transporte está plenamente comprometido con la descarbonización, pero esta debe abordarse desde el realismo, la neutralidad tecnológica y sin poner en riesgo la viabilidad de las empresas”.
En este sentido, la CETM defiende que la reducción de emisiones debe lograrse combinando distintas tecnologías, incluyendo motores de combustión cada vez más eficientes, combustibles alternativos y renovables, y otras soluciones que puedan implantarse de forma progresiva.
La Confederación advierte además de que esta medida perjudica gravemente a la economía española, altamente dependiente del transporte por carretera para el funcionamiento de su industria, su comercio y su cadena logística. Cualquier decisión que limite de forma abrupta la capacidad del sector para operar tendrá consecuencias directas en los costes, la competitividad y el empleo.
Asimismo, la CETM subraya la importancia estratégica de la industria de la automoción no eléctrica en España, que genera miles de puestos de trabajo directos e indirectos y constituye un pilar fundamental del tejido industrial del país. Apostar por un veto total, sin considerar tecnologías intermedias ni el impacto industrial, supone debilitar un sector clave y aumentar la dependencia exterior.
Por todo ello, la CETM reclama al Gobierno de España y a las instituciones europeas flexibilidad normativa, diálogo con el sector y una hoja de ruta basada en la realidad del transporte y del mercado. La descarbonización es un objetivo compartido, pero no puede imponerse a costa de la supervivencia del transporte por carretera ni del equilibrio económico del país.



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