El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco confirma el cese disciplinario tras iniciar una ruta con el autobús en reserva, pese a estar avisado de que no podía repostar en el surtidor de la empresa. Considera la conducta una falta muy grave y entiende que la sanción no es desproporcionada.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha declarado procedente el despido disciplinario de un conductor de autobús que comenzó su jornada con el vehículo en reserva y terminó dejando a los viajeros tirados en plena ruta por falta de combustible. El tribunal encuadra la actuación en la categoría de falta muy grave del convenio colectivo del transporte de viajeros de Gipuzkoa y descarta que el despido resulte excesivo. La resolución no es firme, ya que todavía puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.
El tribunal aplica el convenio de transporte de Gipuzkoa y confirma el cese del conductor de autobús
Los hechos se remontan al 3 de diciembre de 2023. Ese día, el trabajador tenía asignada la línea Zumaia–Elgoibar. Aun con el indicador de combustible marcando reserva, inició el servicio y llegó a recorrer hasta Deba, unos 15,5 kilómetros, donde el autobús acabó parándose por falta de gasoil, interrumpiendo el trayecto y afectando directamente a las personas usuarias del servicio.
Las consecuencias para la empresa fueron inmediatas. Para poder completar el recorrido y atender a los viajeros, tuvo que contratar dos vehículos adicionales. Además, asumió el coste de un taxi para trasladar al conductor hasta el lugar donde pudiera repostar y tuvo que afrontar la purga del depósito del autobús, que no arrancó tras volver a llenarlo de carburante.
El conductor había sido advertido el día anterior de que el surtidor de la empresa no estaba operativo. Pese a conocer esta circunstancia, inició la ruta con el depósito en reserva, asumiendo el riesgo de quedarse sin combustible en mitad del servicio. Para la Sala, esta conducta encaja en la cláusula del convenio que sanciona las imprudencias o negligencias que afectan a la seguridad o a la regularidad del servicio.
El Juzgado de lo Social nº 5 de Donostia–San Sebastián ya había declarado ajustado a derecho el despido. Ahora, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ratifica aquel pronunciamiento y mantiene el cese como procedente, al entender que la falta cometida alcanza la máxima gravedad prevista en el convenio y que la empresa reaccionó dentro de los márgenes legales.
Consecuencias de este despido disciplinario
En su resolución, la Sala recuerda que, en materia de despido disciplinario, no basta con acreditar una infracción cualquiera: la conducta del trabajador debe ser grave y culpable. En este caso, interpreta que la decisión de iniciar la ruta con el autobús en reserva, pese a la advertencia previa y a la importancia de garantizar la continuidad del servicio, constituye una imprudencia relevante que compromete la regularidad del transporte y repercute tanto en los usuarios como en la organización empresarial.
El perjuicio causado a las personas viajeras y a la propia empresa (obligada a reorganizar el servicio, contratar vehículos de refuerzo y asumir costes adicionales) refuerza, según el tribunal, la proporcionalidad del despido disciplinario.
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