La Asociación de Empresas de Autocares de Transporte Regular General, Regular de Uso Especial y Discrecional Turístico DIREBÚS, hace un análisis global sobre el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible que la semana pasada fue aprobada con enmiendas en el Senado, incidiendo en lo negativo que supone la regulación del texto del Proyecto sobre la situación actual del sector.
La asociación expresa su rotunda desaprobación de la Ley de Movilidad Sostenible (LMS) en sus términos actuales, y lamenta especialmente el paquete de enmiendas impulsadas por el Grupo Parlamentario Popular, que tienen como objetivo blindar legalmente el actual mapa concesional del transporte de viajeros por carretera, lo que sólo beneficia a los actuales concesionarios y condena a las pymes a la irrelevancia.
La LMS, tal como previsiblemente saldrá aprobado del Congreso de los Diputados, no sólo mantiene el modelo de concesiones exclusivo para las grandes empresas, sino que, ahora con el respaldo del PP, pretende garantizar que el mapa concesional siga prácticamente intacto, haciendo que el autobús de larga distancia sea el único modo sin ningún tipo de resquicio a la competencia y en beneficio de apenas un par de grandes empresas.
El blindaje propuesto por el PP, que en lo referente al autobús empeora aún más el texto de una mala ley, supone ir en contra de una de las grandes virtudes de este modo de transporte, la flexibilidad. En lugar de seguir las recomendaciones de la CNMC, que promueve la apertura de todas las líneas de más de 100 kilómetros y cubrir a las poblaciones peor atendidas con fondos públicos, se insiste en un modelo que el propio Ministerio de Transportes considera ineficiente, obsoleto y enfrentado a inseguridad jurídica, señalan desde la asociación.
«El hecho de que no se haya incluido ninguna enmienda sobre el cabotaje -el aprovechamiento de líneas internacionales para trayectos domésticos- o sobre la venta a plaza en el segmento discrecional, supone un fracaso para todos aquellos que hemos luchado porque éstas se produjesen, y demuestra una vez más que existe una captura institucional de las instituciones por parte de la patronal controlada por el principal operador del mercado, que sirve a sus intereses y no a los de los ciudadanos«, lamenta el presidente de Direbús, Alfonso Taborda.
Desde DIREBÚS están convencidos de que las pymes del transporte, liberadas de ataduras, podrían prestar un servicio muy superior al que reciben hoy a los españoles, que ya ha demostrado sus debilidades: elevados precios para los usuarios, menor oferta y servicio deficiente en ámbitos rurales.
La asociación lamenta que las enmiendas del PP hayan ido orientadas a blindar por ley un mapa denunciado por la propia ingeniería pública INECO. Un mapa en el que una tercera parte de las paradas tiene menos de un pasajero diario y en el que las ocupaciones medias son tan bajas que sólo se dedican a mover autobuses vacíos de un lugar a otro, con el impacto medioambiental que eso supone.

Mantener todo tal y como está, sin abordar si su configuración actual responde a las necesidades de conectividad, competencia o calidad de los ciudadanos, supone una voluntad de estancamiento que DIREBÚS, afirma, no puede respaldar. La realidad es que tanto la propia ley como esta burla de alternativa parecen empeñados en favorecer únicamente a los grandes concesionarios, consolidar oligopolios y dejar a las pymes al margen de un mercado cuya apertura y modernización son urgentes.
Consecuencias reales para las pymes y para los usuarios
Las pymes del sector del autobús, cuyo número no ha dejado de reducirse en los últimos años, ven comprometida su viabilidad si el marco normativo no permite competir en igualdad de condiciones. DIREBÚS lleva años advirtiéndolo y lamenta la falta de visión a largo plazo y la tendencia a ignorar a la CNMC y a los recientes informes de Enrico Letta y Mario Draghi.
Para los usuarios del autobús esta ley se traduce en menos oferta, menos frecuencia, menos renovación de flotas y precios más elevados. Justo lo contrario de lo que exige un transporte moderno, eficiente y accesible.
La LMS, en lo que al autobús se refiere, supone privar a España de la innovación, de la competencia, y de la posibilidad de compararse con los países europeos más avanzados en transporte por carretera, así que «sólo podemos confiar» en que no salga aprobado del Congreso ninguno de los textos propuestos.
Desde DIREBÚS exigen que se facilite y promueva la entrada de las pymes en el transporte interurbano, mediante criterios de adjudicación que no perpetúen el dominio de unos grandes operadores que, en la mayor parte de los casos, en el autobús estatal de larga distancia operan con concesiones caducadas o nunca licitadas. Confian también en que el PP cambie su postura en esta cuestión y en algún momento deje de trabajar de un modo en el que puede parecer que sólo siguen las directrices de antiguos de sus dirigentes, exaltos cargos que han pasado años cobrando de organizaciones subvencionadas por el monopolio concesional o con intereses en empresas asociados al mismo.
DIREBÚS también exige que se garantice la plena aplicación del derecho europeo al cabotaje y que se introduzcan fórmulas que permitan introducir alguna forma de competencia, frente a concesiones caducadas o nunca licitadas. «Pese a quienes intentan enmarcar el debate como uno que enfrenta a «lo privado» frente a «lo público», recordamos que en realidad sólo enfrenta a una gran empresa y sus sicofantes, que se conforman con migajas y refuerzos, con los miles de pequeñas empresas a las que dejan fuera».
DIREBÚS tiene plena convicción de que, en un entorno abierto, las pymes del sector, liberadas de trabas, no sólo podrían prestar todas las relaciones de larga distancia con demanda real a riesgo y ventura, sino que lo harían en mejores condiciones y a mejores precios que los grandes concesionarios. Afirman que no dejaran de luchar por un modelo de transporte por carretera que sea sostenible, competitivo y al servicio del usuario, no de los intereses de monopolios o concesionarios tradicionales.



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