El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha reafirmado esta semana que el Gobierno aún tiene margen para aprobar la subida del impuesto al gasóleo que no logró sacar adelante en noviembre.
El Comité Nacional del Transporte por Carretera, que agrupa a las principales asociaciones de transportistas, ha rechazado tajantemente la medida.
Este sería el cuarto intento del Ejecutivo de Pedro Sánchez por equiparar la fiscalidad del gasóleo con la de la gasolina.
De aprobarse, el impuesto del gasóleo de uso general y los biodiésel para carburante aumentaría de los actuales 307 euros a 400,69 euros por cada 1.000 litros, lo que supondría un incremento de diez céntimos por litro.
En el último intento de aprobar la medida, el gasóleo profesional estaba exento. No obstante, desde las asociaciones profesionales hemos rechazado la decisión, ya que muchos autónomos y pequeñas empresas que operan con vehículos ligeros no pueden acogerse a este beneficio.
Esta propuesta de incrementar el impuesto del gasoil ya se ha frenado en tres ocasiones anteriores: en 2019, 2020 y el pasado noviembre. A pesar de la oposición del sector, el Gobierno insiste en la medida porque forma parte de los compromisos adquiridos con la Unión Europea para recibir los fondos de recuperación.
La posibilidad de una nueva subida del impuesto ha generado preocupación en el sector del transporte, ya que el impacto que tendría en los costes operativos y, en consecuencia, en la economía es muy importante.
Ante el rechazo unánime del Comité Nacional del Transporte por Carretera, queda por ver si el Gobierno logra esta vez el respaldo suficiente para aplicar la medida.
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