Agentes de los Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Ponente y de Girona, junto con Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Cataluña, desmantelaron, entre agosto y octubre de 2025, un grupo criminal dedicado al contrabando de vehículos. La investigación, compuesta por diferentes fases, ha permitido detener a nueve hombres de entre 19 y 53 años.
Un robo recurrente del mismo modelo de vehículo
Desde 2023, los agentes tienen constancia de un aumento del mismo tipo de robo y del mismo modelo de vehículo afectado: un SUV de un fabricante asiático. Durante 2024 esta tendencia aumentó progresivamente, con 137 denuncias de sustracción en toda Cataluña y 38 vehículos recuperados. En los primeros seis meses de 2025, esta dinámica ha continuado, con una tendencia al alza que ha llegado hasta las 118 sustracciones en territorio catalán y 31 recuperaciones de vehículos.
La gran mayoría de vehículos no terminaban abandonados, sino en campos o naves industriales, en el interior de contenedores preparados para su envío por comercio marítimo, habitualmente hacia países africanos.
La investigación tuvo un punto de inflexión el pasado 22 de julio, cuando los Mossos d’Esquadra localizaron, en una nave industrial de Girona, una decena de vehículos sustraídos que estaban a punto de introducirse en el mercado ilícito. Los agentes de la DIC de Girona determinaron que entre una y dos veces al mes se recogían vehículos sustraídos por parte de varias personas que manipulaban los turismos, y posteriormente un camionero se los llevaba dentro de contenedores de hierro, escondidos entre chatarra.
En este contexto, los agentes identificaron a algunas personas y vehículos implicados en la trama, además de la carga de un contenedor que a finales de julio llegó al puerto de Barcelona y llegó a Tánger (Marruecos). El destino final de la mercancía era el puerto de Banjul (República de Gambia), pero las gestiones realizadas a través de Interpol permitieron avisar a la policía marroquí de la llegada de ese contenedor. Las autoridades policiales del país comprobaron su interior y confirmaron el hallazgo de cuatro vehículos que constaban como sustraídos en la Ràpita (Montsià), Roses (Alt Empordà) y Francia.
Un modus operandi muy marcado
Los investigadores determinaron que los detenidos tenían un modus operandi muy especializado, puesto que accedían a los vehículos activando un sistema que hace creer al vehículo que se está desbloqueando con la clave original. Posteriormente, una vez tenían el vehículo en sus manos, le trasladaban a algún terreno fuera del casco urbano, donde el grupo tenía un espacio alquilado. En este terreno, los autores controlaban unos contenedores de mercancías de transporte marítimo donde escondían los vehículos, hasta cumplimentarlos y gestionar su envío hacia África.
La logística de esta actividad requería una organización muy bien trenzada, con destacados líderes, titulares de los contratos tanto de los arrendamientos de los contenedores como de las órdenes de transporte a los diferentes puertos de destino. En un segundo nivel estaban los encargados de gestionar las naves y descampados donde guardaban los vehículos. En una tercera escalera, se situaban los miembros que preparaban la carga de los contenedores. El último eslabón de la cadena lo formaban las personas que sustraían a los vehículos de la vía pública mediante sistemas electrónicos.
Primera explotación del caso en Castellón y Almería
Paralelamente a la investigación de Girona, desde la DIC de Lleida también se analizaba esta casuística, lo que les llevó a identificar, conjuntamente con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, una infraestructura activa dedicada a la sustracción de vehículos para hacerlos llegar a la República de Gambia. Para ello, modificaban o eliminaban las identificaciones registrales del vehículo, como el bastidor, la matrícula o la documentación técnica, los introducían en contenedores marítimos, mezclados con mercancía genérica para dificultar su detección en los controles de aduanas, y los hacían llegar a diferentes puntos de la costa, con el puerto de Banjul (Repú).
Como centro logístico, el grupo utilizaba una nave industrial en el polígono de Húercal de Overa (Almería). Allí hacían llegar los vehículos sustraídos, que cargaban en contenedores marítimos, normalmente en fines de semana y festivos, con el convencimiento erróneo de que así evitarían inspecciones. Posteriormente, a través de una empresa de transporte de mercancías, trasladaban los contenedores hasta Castellón, desde donde finalmente se enviaban por vía marítima a la República de Gambia.
El 6 de agosto, los investigadores detectaron, en la sede de la empresa de transportes, cuatro contenedores sospechosos de transportar mercancía ilícita. Al verificarlo, localizaron 15 vehículos de la misma marca y modelo que constaban como sustraídos, con un valor de mercado total de 300.000 euros.
A raíz de este hallazgo, el mismo día y con la colaboración de la Policía Nacional, detuvieron, en la nave industrial identificada en Almería, a tres personas de 32, 44 y 53 años, y constataron que utilizaban aquella nave de almacén de carga. Entre las pertenencias de los detenidos, los agentes identificaron órdenes de transporte con fechas de carga coincidentes con los indicios de los investigadores, así como tiques de compra de herramientas utilizadas en la carga. Además, uno de los detenidos también constaba en diligencias de la investigación de Girona como uno de los responsables de gestionar la flota de vehículos sustraídos.
Equipo conjunto de investigación entre Girona y Lleida
La coincidencia de esta persona propició la creación de un equipo conjunto de investigación entre la DIC de Girona y la de Lleida, junto al Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, que se encargó de localizar e inspeccionar contenedores sospechosos.
Los agentes confirmaron la gran capacidad logística del entramado tras localizar a algunos miembros en varios puntos del territorio. Un descampado de Riudellots de la Selva (Selva) o una nave de Monzón (Huesca), por ejemplo, les servían de «guardería» de los vehículos antes de cargarlos en contenedores y enviarlos hacia los puertos de Barcelona, Castellón y Valencia, principalmente.
La capacidad de alimentar el negocio ilícito con continuidad, incluso después de las primeras detenciones, era evidente: veinte días después de la explotación del caso en Castellón y Almería, los investigadores recibieron el aviso de un nuevo encargo logístico con datos similares a los de los contenedores que se abrieron el 6 de agosto. En esta nueva inspección, los agentes localizaron otros dos vehículos que habían sido sustraídos en las localidades de Balaguer y Lleida.
Segunda explotación, con seis detenidos y siete vehículos recuperados
La detección de la carga de contenedores y la posterior apertura y hallazgo de vehículos sustraídos por parte de los agentes continuó hasta el 18 de septiembre, fecha en la que se accedió a la nave industrial identificada en Monzón, donde se recuperaron siete vehículos sustraídos. Ese mismo día los investigadores detuvieron a seis miembros del grupo en las localidades de Girona, Salt, Cassà de la Selva y Lleida. Uno de ellos ya había sido detenido en Almería en la primera explotación del caso.
Todos ellos pasaron a disposición judicial, junto con un último detenido, el 2 de octubre en Manresa, relacionado con los mismos hechos. Se les atribuyen más de cuarenta robos de coches, un delito de contrabando internacional de vehículos y un delito de pertenencia a organización criminal. La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.
Cop al contraban internacional de vehicles.
Desmantellem una organització criminal que sostreia cotxes amb l’objectiu de fer-los arribar fins a Gàmbia.
Detenim 9 persones i recuperem una quarantena de vehicles.
🤝 Investigació conjunta amb Agència Tributària. pic.twitter.com/tcNNkiawMS
— Mossos (@mossos) October 22, 2025
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