La Guardia Civil de Jaén ha detectado a un conductor de transporte escolar que realizaba un servicio con menores mientras conducía con presencia de alcohol y drogas. La actuación se enmarca en la campaña especial de control y vigilancia impulsada a nivel nacional por la Dirección General de Tráfico (DGT).
El caso ha trascendido este lunes, aunque los hechos se produjeron en la mañana del martes 16 de diciembre, durante un control preventivo en carretera. En ese punto fue detenido un autobús que efectuaba un transporte regular de uso especial (escolares).
En el vehículo viajaban dieciocho menores de doce años que se dirigían a un centro educativo de la comarca de la Sierra de Cazorla (Jaén). Tras la intervención, se activaron las comprobaciones reglamentarias al conductor y se revisó la documentación del servicio.
Control de la DGT en Jaén
Según la información facilitada, la intervención se produjo dentro de la campaña de vigilancia de alcohol y drogas que la DGT desarrolla en todo el país. En el control, los agentes detuvieron el autobús escolar que cubría el traslado de alumnado en la provincia de Jaén.
Al conductor se le practicó la prueba de alcoholemia conforme al protocolo. El resultado fue positivo al superar la tasa máxima permitida para conductores profesionales, fijada en 0,15 mg/l en aire espirado.Después, se realizó la prueba de detección de drogas. El test indiciario arrojó un resultado positivo, que quedó posteriormente confirmado mediante el análisis correspondiente en el laboratorio de referencia.
Inmovilización del autobús y seguridad de los menores
Tras conocerse los resultados, el autobús fue inmovilizado. La medida se mantuvo hasta que otro conductor, con la habilitación necesaria, pudo hacerse cargo del servicio. Durante el proceso, se garantizó la protección de los menores que viajaban en el vehículo. El traslado quedó supeditado a la sustitución del conductor y a la normalización del servicio en condiciones de seguridad.
Sanciones e infracciones administrativas
De manera paralela, el vehículo fue sometido a una inspección administrativa. En esa revisión se detectaron varias irregularidades, entre ellas la falta de autorización para realizar el transporte regular de uso especial (escolares). También se constató que no se acreditaba el seguro obligatorio específico para transporte escolar. Además, se señalaron deficiencias en el funcionamiento de algunos cinturones de seguridad.
Por estos hechos se formalizó la denuncia administrativa ante la autoridad competente. El conductor se enfrenta a una sanción de 500 euros y la detracción de cuatro puntos por superar la tasa de alcohol permitida, y a otra de 1.000 euros con la retirada de seis puntos por circular con presencia de drogas en el organismo, una vez confirmados los resultados del análisis de laboratorio.
La Guardia Civil ha recordado que la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas supone un riesgo grave para la seguridad vial, con especial incidencia cuando se trata del transporte de menores. El dispositivo de vigilancia se mantiene para prevenir conductas de este tipo en la red viaria.
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