Sí. La tecnología manda en prácticamente todas las esferas de nuestra vida, ¡hasta en los coches! Gracias a ello, los vehículos pueden mejorar enormemente en cuanto a comodidad, seguridad y conectividad. Desde sutilezas como Spotify integrado a las propuestas de Tesla de automóviles autónomos, lo digital domina. ¿Pero puede esta dependencia de la tecnología suponer una amenaza? Hablemos de privacidad con relación a los ocupantes o al propio vehículo.
¿Qué brechas de seguridad presenta un coche inteligente?
Aunque, afortunadamente, existen herramientas como las VPN para sortear estos peligros, y de las cuales hablaremos más adelante, lo cierto es que un vehículo inteligente es susceptible de sufrir ciberataques. Conocer los distintos escenarios de peligro puede ayudar no solo a prevenirlos, sino también a combatirlos mejor. Algunos de ellos son los siguientes:
Sistemas telemáticos
Algunos fabricantes de coches desarrollan sistemas telemáticos para que el vehículo se comunique con centros remotos. De esta forma, los clientes pueden obtener diagnósticos sobre el estado de su vehículo a distancia, lo que mejora el nivel de seguridad. Atacar estos sistemas puede alterar parámetros del vehículo para que no responda adecuadamente a las órdenes del conductor, algo que resulta muy peligroso.
Ataques de malware
Cualquier elemento del vehículo dependiente de la tecnología puede ser víctima de programas maliciosos que permitan controlar el comportamiento del automóvil. Puede parecer de película, pero un ataque de malware puede producirse con una acción tan sencilla como la de insertar una memoria USB infectada o incluso a través de tecnología inalámbrica tan habitual, como, por ejemplo, el Bluetooth.
Aplicaciones no autorizadas
Hoy en día, muchos vehículos tienen ordenadores de a bordo con los que, entre otras cosas, puedes poner en marcha un GPS. Además, estos ordenadores son capaces de ejecutar aplicaciones o actualizarse de forma automática. Un hacker podría ser capaz de introducir en el vehículo actualizaciones adulteradas. Cuando estas se instalan y se ejecutan, permiten al atacante manipular el coche a su antojo.
Puertas y llaves
Las cerraduras modernas ya no son como antaño, ya que, gracias a las mejoras tecnológicas, puedes abrir el vehículo al pulsar un simple botón y a distancia. Sin embargo, un atacante podría llegar a replicar o copiar el código de acceso, incluso de forma remota. Este tipo de ataque se conoce como relay attack y es más común de lo que parece, aunque también es cierto que no es una opción tan sencilla de llevar a cabo.
El peligro va más allá del propio automóvil
Asimismo, las bases de datos en las que los titulares de los vehículos están recogidos también presentan problemas. Por ejemplo, el 31 de mayo de 2024, la web y la aplicación de la DGT sufrieron un hackeo masivo que expuso datos personales y vehiculares de millones de personas. Esto permitió a los delincuentes cobrar multas falsas, suplantar la identidad o vender datos a terceros ilícitamente.
Cómo mejorar la seguridad de un vehículo inteligente
Si quieres evitar estas y otras situaciones peligrosas vinculadas a ciberataques, existen algunas buenas prácticas para mejorar la seguridad. Varias de las más importantes son las siguientes. Con ellas te sentirás tranquilo tanto cuando dejas tu vehículo aparcado durante días como cuando lo tomas durante horas para un largo trayecto:
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Mantén el vehículo al día con las actualizaciones, descargándolas e instalándolas cuanto antes y solo desde fuentes oficiales. Hacer esto permitirá aprovechar rápidamente los parches que arreglan posibles brechas de seguridad.
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Usa siempre contraseñas sólidas (olvídate de tu fecha de nacimiento) y autenticación de dos factores, ya que, de esta forma, el hackeo será más difícil incluso si se producen robos de dispositivos claves.
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Cuando te comuniques con otros aparatos a través del wifi de tu coche, utiliza una VPN. Esta herramienta cifra la conexión, algo que hace prácticamente imposibles los ataques de terceros para controlar la red o el propio coche.
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Desactiva funciones de conectividad innecesarias, como aplicaciones que no utilices o herramientas que no te aporten nada en tu forma de conducir. De esta forma, reduces los puntos de entrada para potenciales atacantes.
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Instala herramientas de ciberseguridad adicionales, como cortafuegos o sistemas de detección de intrusos. Porque este tipo de protocolos son capaces de detectar y bloquear actividad sospechosa, lo que reduce enormemente el peligro.
Además, puedes limitar al máximo la recopilación de datos por parte de aplicaciones y otras herramientas. Asimismo, implementa seguridad física extra, como guardar las llaves en lugares de difícil acceso a terceros o sistemas de bloqueo de volante que disuadan robos. Por otro lado, no dudes en reportar cualquier actividad sospechosa a las autoridades competentes.
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