6 falsos mitos sobre la movilidad y los vehículos eléctricos

Powerdot ha reunido los seis mitos más extendidos sobre el vehículo eléctrico y los ha confrontado con datos actualizados del sector

Powerdot ha reunido los seis mitos más extendidos sobre el vehículo eléctrico y los ha confrontado con datos actualizados del sector

La movilidad eléctrica continúa ganando terreno en España, aunque todavía convive con falsos mitos que frenan su expansión. Con el propósito de promover un debate basado en información contrastada, Powerdot, uno de los principales operadores europeos de recarga rápida y ultrarrápida para vehículos eléctricos, ha reunido los seis mitos más extendidos sobre el vehículo eléctrico y los ha confrontado con datos actualizados del sector.

«El vehículo eléctrico ya no es una promesa de futuro. Es una opción real, eficiente y cada vez más accesible y económica», explica Laura Gonçalves, directora general de Powerdot en España. «Aun así, sigue habiendo mucha desinformación y nuestro papel como operador de recarga es ayudar a que los conductores conozcan la realidad: hoy pueden cargar su coche de forma sencilla, rápida y sin cambiar sus hábitos».

1.- Los coches eléctricos aún tienen poca autonomía

La idea de que los coches eléctricos tienen poca autonomía es cada vez menos cierta. Hoy, la mayoría de los modelos nuevos ofrecen autonomías de entre 400 y 600 km WLTP (Worldwide Light Vehicles Test Procedure), y algunos superan los 650 km. Incluso los vehículos más compactos se sitúan en el rango de 350 a 450 km, suficiente para cubrir cómodamente los desplazamientos diarios y la mayoría de los viajes de media distancia, que constituyen la mayor parte del uso habitual de los vehículos. De hecho, según el III Anuario de la Movilidad Eléctrica de AEDIVE, el 95% de los desplazamientos que realizan cada día los conductores en España son inferiores a 50 km, lo que confirma que, para la mayoría de los conductores, la autonomía actual ya no representa una limitación real.

Dicho esto, para aquellos perfiles que recorren largas distancias de forma frecuente, una mayor autonomía puede ser un factor relevante. Aun así, incluso en esos casos la oferta está evolucionando rápido: los modelos que llegarán al mercado en el corto plazo elevan aún más la autonomía media y permiten velocidad de recarga cada vez más rápida.

2.- En España no hay suficientes puntos de recarga para viajar por el país

España ha avanzado significativamente en la red de recarga pública para vehículos eléctricos, garantizando un punto de recarga continua por cada 22 vehículos eléctricos, comparando por ejemplo con Portugal, donde hay 47 vehículos eléctricos por cada punto de recarga. Por esto, la red de recarga actual puede considerarse razonablemente adecuada si se pone en relación con la penetración actual del vehículo eléctrico en el país.

Sin embargo, operadores como Powerdot continúan apostando en la expansión de la red de recarga ultrarrápida, incrementando la potencia y presencia de estaciones en ubicaciones estratégicas, especialmente en grandes vías y zonas con menor cobertura, para mejorar aún más la experiencia del usuario en todo el país.

3.- Cargar un vehículo eléctrico lleva demasiado tiempo

Sigue existiendo la idea de que cargar un coche eléctrico requiere esperas interminables, pero la realidad es mucho más sencilla. Los cargadores ultrarrápidos permiten recuperar del 20 al 80 % de la autonomía en unos 20 minutos, un tiempo muy razonable si se tiene en cuenta que muchos vehículos recorren entre 350 y 500 kilómetros antes de necesitar esa recarga, en función del tipo de conducción y del equilibrio entre ciudad y autopista. Esto deja claro que no es necesario parar constantemente.

Además, la mayor parte de las recargas no se hacen en momentos específicos, sino mientras el vehículo está aparcado por motivos cotidianos como el trabajo, las compras o el ocio. De este modo, la carga forma parte de la rutina diaria sin requerir tiempo extra por parte del usuario.

4.- Los coches eléctricos son más caros y más costosos de mantener

Los datos, una vez más, desmienten esa percepción. Según ANFAC, las matriculaciones de vehículos cien por cien eléctricos han aumentado un 64,6% interanual en septiembre de 2025, lo que refleja la consolidación del mercado y una mayor confianza de los conductores. Además, un informe de Boston Consulting Group realizado junto a una coalición de empresas del sector energético y de la movilidad, concluye que el vehículo eléctrico es ya la opción más competitiva, limpia y fiable del mercado, por encima de cualquier otra. El estudio, presentado el mes pasado, analiza el coste total de propiedad y revela que el 75% de los modelos eléctricos vendidos en Europa resultan más económicos que sus equivalentes de combustión o híbridos enchufables, aunque el precio de la gasolina descendiese hasta un euro el litro. A ello contribuyen los menores costes de mantenimiento y energía, las ventajas fiscales y la llegada de nuevos modelos con precios más accesibles, muchos de ellos por debajo de 25.000 euros.

5.- Las baterías se degradan muy rápido

Las baterías de nueva generación mantienen más del 80% de su capacidad tras diez años de uso. Un estudio de Geotab basado en casi 5.000 vehículos cien por cien eléctricos y más de 1,5 millones de días de funcionamiento, revela una tasa media de degradación de aproximadamente un 1,8% por año frente al 2,3 % al año de 2019. A ese ritmo de deterioro, como señala Geotab, tras diez años de uso intensivo, una batería conservaría más del 80% de su capacidad y podría seguir siendo funcional más allá de los 15-20 años típicos de vida de muchos vehículos. Por otro lado, el Reglamento Europeo 2023/1542 garantiza la trazabilidad, la recuperación y el reciclaje de materiales críticos presentes en las baterías como el litio y el níquel, lo que garantiza que esos elementos pueden tener una segunda vida industrial cuando dejan de utilizarse en automoción.

6.- Los vehículos eléctricos contaminan más

Este es uno de los mitos más repetidos, pero los datos muestran una realidad muy distinta. Un estudio del sector, desarrollado con el apoyo y el análisis técnico de Boston Consulting Group (BCG), confirma que un vehículo 100% eléctrico emite hasta 3,2 veces menos CO₂ a lo largo de su vida útil que un coche de combustión.

La investigación analiza todo el ciclo de vida del vehículo: desde la fabricación de la batería, la producción de la electricidad y el uso real del coche a lo largo de los años. Incluso teniendo en cuenta todo ello, el resultado es claro: los vehículos eléctricos son la opción más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Esa diferencia será aún mayor a medida que aumente el peso de las energías renovables y mejore la tecnología de las baterías.

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