Almacenamiento descentralizado de energía, clave para la electrificación del transporte. Opinión

Las soluciones que integran el almacenamiento de energía con capacidades bidireccionales emergen como elementos transformadores

Las soluciones que integran el almacenamiento de energía con capacidades bidireccionales emergen como elementos transformadores
Javier Lázaro. Director de Ventas de XCharge Europe

El sistema eléctrico español atraviesa un momento crucial de transformación. El Gobierno ha destinado 750 millones de euros a una modificación excepcional del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte 2021-2026, centrada exclusivamente en reforzar la resiliencia del sistema eléctrico español, que necesita adaptarse para integrar el objetivo del 81% de generación renovable establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030.

Paralelamente, España ha experimentado un importante crecimiento de su infraestructura pública de recarga para vehículos eléctricos durante 2025, alcanzando 52.107 puntos operativos en septiembre (un incremento del 34% frente a 2024) según ANFAC. Si añadimos los 14.643 puntos adicionales que permanecen inoperativos, España contaría con casi 67.000 puntos para los aproximadamente 165.000 vehículos electrificados (tanto puros como híbridos enchufables). 

Seguir expandiendo la infraestructura de recarga mientras la red eléctrica lucha por mantener la estabilidad sin comprometer su resiliencia es un reto. La carga rápida demanda entre 150 y 300 kW por punto, multiplicando exponencialmente la necesidad de capacidad en subestaciones y líneas de distribución. Y en zonas urbanas densamente pobladas o áreas rurales con infraestructura limitada, las actualizaciones de red pueden ser lentas y costosas.

Tecnología bidireccional: más allá de la simple carga

Ante este escenario, las soluciones que integran el almacenamiento de energía con capacidades bidireccionales emergen como elementos transformadores. Estas tecnologías operan de manera distinta: en lugar de demandar constantemente de la red, funcionan como nodos activos que estabilizan el sistema mediante ciclos de carga y descarga estratégicos.

Un ejemplo es el modelo GridLink de XCharge. El cargador cuenta con una batería patentada de 215 kWh -escalable a 430 kWh con una segunda batería- que ofrece hasta 150 kW de potencia de carga de CC. Y al combinarse con una entrada de red de tan solo 44 kW, proporciona casi 200 kW al vehículo (400 kW con dos baterías). Esta configuración elimina la necesidad de actualizar subestaciones o líneas de media tensión, haciendo viable la instalación de carga rápida en ubicaciones que no lo era.

La funcionalidad bidireccional supone un verdadero salto cualitativo. Durante períodos de baja demanda -típicamente horarios nocturnos- almacena energía a bajo coste. En horas pico, puede reinyectar esa energía al sistema, funcionando como una pequeña central distribuida que alivia la presión sobre la red. Igualmente, la integración fotovoltaica directa permite canalizar energía solar hacia las baterías, mejorando la rentabilidad por venta de electricidad.

La gestión inteligente de la energía que incorpora esta solución también reduce los costes operativos. Al evitar los cargos por picos de demanda (que en instalaciones de alta potencia pueden ser especialmente altos), la carga rápida resulta económicamente viable para los operadores en lugares donde no lo es.

Resiliencia operativa, sostenibilidad y escalabilidad

El apagón del 28 de abril de 2025, que dejó sin suministro a millones de personas en España y Portugal, puso de manifiesto la vulnerabilidad del sistema interconectado ante fallos en cascada. En este contexto, los sistemas de almacenamiento distribuido funcionan como islas energéticas que mantienen la continuidad operativa incluso cuando la red colapsa.

Pueden operar durante apagones, proporcionando alimentación ininterrumpida a vehículos eléctricos y, potencialmente, a servicios críticos adyacentes como iluminación o comunicaciones. Esta capacidad de ‘microrred’ transforma los puntos de carga de consumidores pasivos de energía en activos resilientes que mejoran la seguridad energética local, especialmente en zonas remotas o con limitaciones de red. Otra ventaja estratégica radica en la escalabilidad modular. Un emplazamiento puede comenzar con una batería de 215 kWh y multiplicar su capacidad según evolucione la demanda, sin modificar la conexión. Esta adaptabilidad no sólo reduce la inversión inicial, sino que también permite un crecimiento de infraestructura con garantía de futuro, alineado con las cambiantes necesidades de energía y movilidad.

El diseño permite además la reubicación completa del sistema cuando las dinámicas urbanas o logísticas modifican los patrones de tráfico. Esta característica cobra especial relevancia considerando que el 22% de los puntos de recarga instalados en España permanecen inoperativos, muchos por ubicaciones inadecuadas o cambios en la planificación urbanística.

El futuro del sistema eléctrico español no pasa únicamente por construir más líneas o subestaciones, sino por distribuir inteligencia y capacidad de almacenamiento a lo largo de toda la cadena. Las soluciones que combinan carga rápida con almacenamiento bidireccional constituyen una solución ya disponible para cumplir simultáneamente con los objetivos de descarbonización del transporte y estabilidad de la red eléctrica.

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