Las dos familias, que han pagado en total 20.000 euros a una mafia albanesa por llegar a Reino Unido, se fueron la pasada semana de un piso de acogida en Bizkaia.
Las dos familias kurdas a las que se ofreció la posibilidad de pedir asilo en Euskadi y que permanecieron varios días en un piso de acogida en Durango hasta que lo abandonaron bruscamente y sin avisar a las instituciones fueron localizadas el pasado viernes en la localidad de Villafranca, próxima a Teruel. Los refugiados –un matrimonio con tres hijos y una madre con su hija de 18 meses– viajaban de nuevo en el interior de un camión congelador y su objetivo volvía a ser el de llegar a Reino Unido dentro de un vehículo que cruzara Francia. Exactamente, la misma operación que trataban de hacer cuando fueron interceptados por primera vez el 2 de marzo en un tráiler que descargaba su mercancía en el centro logístico de Eroski en Elorrio.
En aquella ocasión, las fuerzas de seguridad pudieron determinar que las dos familias venían en un remolque que había partido de Murcia y parado en Valencia y Zaragoza. El caso despertó una oleada de solidaridad en Bizkaia, sobre todo al conocerse su duro periplo anterior: una mafia albanesa les había cobrado una fuerte cantidad de dinero por escapar de su lugar de origen, situado cerca de la frontera siria y bombardeado por el Estado Islámico, empujándoles a un viaje con cuatro niños en precarias condiciones por varios países antes de recalar en Valencia.
El Ayuntamiento de Durango, la Diputación, Cruz Roja y la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) se volcaron en ellos. Les alojaron en una vivienda de acogida municipal, proporcionaron recursos materiales y humanos y facilitaron la opción de pedir asilo y quedarse en Bizkaia, donde podrían acceder a cuatro años de «apoyo continuado». Todo normal, hasta que el lunes la asistenta social que les atendía descubrió que se habían marchado del piso dejando las llaves en su interior.
La interceptación en Teruel se produjo después de que un refugiado que iba con ellos en el camión frigorífico avisara al 112 de su situación. Una patrulla de la Guardia Civil localizó el vehículo, detuvo al camionero y se hizo cargo de los emigrantes. Este nuevo dato implica que los siete ciudadanos kurdos ya se habían marchado de Euskadi antes del fin de semana, aunque su desaparición no se detectó hasta el lunes. Las llaves del piso eran todo el rastro que habían dejado. Las dos familias estuvieron once días en Euskadi, pero quedarse no formaba parte de sus planes.
Transportes de frutas
Los refugiados tienen como meta llegar a Reino Unido y para ello, según ha podido saber EL CORREO, han pagado 10.000 euros por familia a la mafia albanesa que se ha comprometido a trasladarles hasta las islas. La familia con tres hijos a su cargo –de 4, 7 y 10 años– ya había intentado de hecho dar el ‘salto’ por vía marítima el 26 de febrero, pero fue descubierta por la Guardia Civil en los muelles de Santurtzi donde atraca el ferry de Portsmouth. Por su parte, la mujer que viaja con su niña de 18 meses tiene a su marido en Londres –llegó a visitarla mientras estaba en Durango– y su objetivo es reunirse con él, ya que disfruta de un trabajo y la documentación en regla.
elcorreo.com
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