A veces, al circular por una carretera, pasamos por encima de unos misteriosos cables negros pequeños, que cruzan la vía de lado a lado. ¿Para qué sirven?
La respuesta no tiene excesivo misterio: son contadores de vehículos, revela Gizmodo. Están fabricados en goma. Cuando las ruedas de un coche pasan sobre ellos, emiten una ráfaga de presión de aire que cierra, a su vez, un interruptor.
De ahí sale una señal eléctrica que se recoge a un contador, según el Departamento de Transporte de Estados Unidos. Además de para contar coches, se usan para saber el tiempo que tarda en pasar un coche detrás de otro, o para analizar datos sobre exceso de velocidad en algunos puntos.
Los sensores de neumáticos en la carretera emiten una ráfaga de presión de aire a lo largo de un tubo de goma cuando las llantas del vehículo pasan por encima del tubo. El pulso de presión cierra un interruptor de aire, produciendo una señal eléctrica que se transmite a un contador o software de análisis. El sensor neumático del tubo de la carretera es portátil y utiliza plomo-ácido, gel u otras baterías recargables como fuente de alimentación. (Foto: Archivo Diario de Transporte)



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