El pasado viernes, el Bundestag alemán aprobó sin un solo cambio un proyecto de ley del Gobierno Federal que prácticamente duplicará el precio de los peajes de los camiones a partir del 1 de diciembre de 2023, mediante la introducción de un componente adicional de CO2 . La coalición gubernamental carga así a los ciudadanos y a la economía con 7.600 millones de euros en impuestos al año en plena crisis económica.
Sorprendentemente, el gobierno niega que esta carga de miles de millones de euros conduzca a un aumento notable de los costes, ya que los costes de peaje sólo representan una pequeña proporción de los costes totales del producto final. Pero este es el cálculo que desdela Asociación Federal Alemana de empresas de Transporte, Logística y Gestión de Residuos (BGL), consideran en un comunicado como «el cuento de la lechera», ya que el 85% de todos los bienes en Alemania se transportan en camión, incluidos muchos bienes esenciales para las necesidades cotidianas.
Afirman desde la asociación que las empresas de transporte en Alemania ya soportan costes elevados en comparación con otros países europeos y se enfrentan a una competencia dura y a menudo desleal, especialmente con las empresas de transporte de Europa del Este, los costes asociados con la duplicación del peaje deben repercutirse hasta el consumidor final. De hecho, el aumento del peaje equivale a un aumento de impuestos oculto que afectará además a todos los hogares. Las necesidades diarias, especialmente alimentos, no se pueden transportar al supermercado en tren.
El portavoz de la junta directiva de BGL, el Profesor Dr. Dirk Engelhardt afima que: “Los gobernantes se han convertido en una carga para toda Alemania. En medio de la crisis, carga a la sociedad con más de 7 mil millones de euros al año y luego ni siquiera quiere admitirlo. Los compromisos del acuerdo de coalición, que excluye una doble carga de peaje de CO2 y un impuesto a través de la Ley de Comercio de Emisiones de Combustibles, no se están cumpliendo. Miles de millones en ingresos adicionales no se reinvierten efectivamente en infraestructura vial y de carga, sino que se utilizan para equilibrar el presupuesto. Esto significa que el peaje no puede tener ningún efecto directo. El tercer sector económico más grande, la industria logística, no podría ser más impresionante»».
Por su parte, Olivier Kölsch, director general de la Asociación Federal de la Industria Alimentaria Alemana (BVE) e. V sostiene que.: “La industria alimentaria alemana, que se caracteriza por las pequeñas y medianas empresas, se enfrenta a un fuerte aumento de costes, que se refleja en precios más elevados a lo largo de toda la cadena de valor de los alimentos. El actual aumento de los peajes alimenta aún más la espiral de costes de alimentos y bebidas, ya que tanto las materias primas como los productos deben transportarse varias veces. ¡Los costes adicionales asociados no pueden ser absorbidos en ningún caso por los fabricantes de alimentos por sí solos!. El aumento de peajes reduce la competitividad de los bienes producidos aquí en los mercados internacionales y debilita a Alemania como lugar de producción en su conjunto. Una carga adicional para las empresas es el plazo extremadamente corto hasta que las nuevas tarifas de peaje entren en vigor el 1 de diciembre de 2023, lo que dificulta la planificación de costes a largo plazo»».
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