En lugar de una verdadera convalecencia: barbacoas con vecinos, reformas en casa o descanso junto al lago. Esta es la realidad que observan los expertos de Conperio, la mayor consultora polaca especializada en auditorías de bajas por enfermedad. Según sus informes, cada vez más conductores profesionales polacos que trabajan en Europa Occidental utilizan las vacaciones como pretexto para regresar a su país… presentando una baja médica.
Durante ese tiempo, siguen cobrando salarios elevados en euros, lo que convierte a esta práctica en una forma encubierta de vacaciones remuneradas a costa del sistema de seguridad social.
Un fenómeno creciente en el verano de 2025
Aunque este comportamiento se repite cada año, en el verano de 2025 ha adquirido una dimensión aún mayor.
«Recibimos informes de empresas del sector del transporte cuyos conductores, empleados en el extranjero, especialmente en Alemania, Bélgica y los Países Bajos, presentan bajas médicas para venir a pasar el verano en Polonia», comenta Mikołaj Zając, experto en el mercado laboral y director ejecutivo de Conperio. «Los empleadores sospechan que estas bajas están siendo utilizadas de forma fraudulenta, dejándolos sin personal en un periodo crítico».
Contratados fuera, activos dentro del país
Muchos trabajadores polacos del sector del transporte y la logística trabajan fuera de Polonia dos semanas al mes, lo que les da libertad para regresar durante el resto del tiempo. Sin embargo, en lugar de descansar legalmente, algunos obtienen bajas médicas dudosas y pasan meses enteros en Polonia sin trabajar.
«En ocasiones, los empleados no trabajan en absoluto durante un mes, pero aun así reciben sueldos elevados en euros, que en zlotys pueden equivaler a más de 10.000 PLN mensuales» (2.339,75 euros), señala Zając. «Es una práctica que está ganando popularidad, especialmente durante las vacaciones».
Además, hay serias preocupaciones de que algunos trabajadores aprovechan la baja médica para realizar trabajos adicionales en Polonia, lo que agrava aún más el abuso del sistema.
Una práctica de alto impacto
Según datos de la Oficina Central de Estadísticas de Polonia, más de 2,5 millones de polacos residían en el extranjero en 2023, muchos de ellos trabajando en sectores como transporte y logística. Se estima que solo en el sector TSL (transporte, expedición y logística), alrededor de 150.000 polacos trabajan en Europa Occidental, siendo una de las principales nacionalidades en esta industria, especialmente en Alemania, Países Bajos y Bélgica.
«No solo falta personal, también se deteriora la reputación de los trabajadores polacos», advierte Zając. «Cuando uno abusa del sistema, sufre todo el equipo: hay que buscar reemplazos temporales costosos o retrasar entregas».
Creatividad que roza lo inmoral
Lo más llamativo del fenómeno es la «creatividad» de algunos empleados, que conocen bien las diferencias entre los sistemas de control en Europa Occidental y el ZUS polaco. Saben dónde hay menos riesgos de ser detectados y planean sus “enfermedades»» con antelación, observándose un aumento en las bajas de dos semanas desde junio hasta agosto.
«Este problema requiere cambios urgentes tanto en el sistema polaco de control de bajas por enfermedad como en la normativa que regula el empleo internacional», subraya Zając. «Se necesita una cooperación amplia a nivel nacional e internacional para combatir eficazmente estos abusos».
Conclusión
El uso fraudulento de las bajas médicas por parte de algunos trabajadores polacos empleados en el extranjero representa un grave problema ético, económico y social. No solo afecta a las empresas y a los sistemas de salud, sino que pone en entredicho la confianza entre empleadores y empleados. La implementación de mecanismos de control más eficaces y la cooperación internacional serán claves para frenar esta tendencia antes de que se convierta en una norma.
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