En el momento, hace apenas media hora, que una vez más me encontré delante de una página en blanco, reuniendo notas a punto de comenzar un artículo, recibo un comunicado de Fenadismer, el tema, evidentemente, dar cifras sobre las consecuencias que el temporal –disculpen DANA, dicen los expertos- está ocasionando al sector del transporte de mercancías.
No hay que ser “demasiado listo»» o tener grandes conocimientos del sector del transporte de mercancías para saber que el Mediterráneo, el sur de España, con el centro peninsular mueve miles de camiones, millones de toneladas. Casi sin atreverme a leer la información ya lo sabía: los datos son “dantescos»».
22.000 camiones inmovilizados
Lo son, la Federación asegura que los afectados, camiones pesados, “rondaría los 22.000 en total, aproximadamente unos 8.000 en la ruta Valencia- Madrid y otros 14000 en la ruta mediterránea»». Y esos son muchos vehículos varados, inmovilizados, parados, retenidos en las márgenes de autovías y carreteras.
Eso, señores, son miles de trabajadores, profesionales, que realizando su trabajo han sido inmovilizados, no pueden circular, no pueden trabajar, no pueden descansar, ni comunicarse con su familia o su empresa –apenas hay cobertura telefónica- y los habrá, también, que no dispongan de comida, ni bebida.
Como dice el refrán, muy adecuado, “llueve sobre mojado»». Nieva, el camión retenido, llueve, el camión retenido, hay un exceso de tráfico, el camión retenido. Ese camión, no lo olviden, que mueve millones de toneladas de mercancías, desde alimentos, productos sanitarios, combustibles o componentes para la industria.
MUEVEN EL PAIS, ese que esta mañana se levantaba con la noticia de que la economía había crecido un 0,8% en el último trimestre.
Escasez de conductores
Este artículo, recuerden la página en blanco de la que hablaba al principio, podría ir, es un grave problema, sobre la falta, ya dramática de conductores profesionales y, más grave aún, del “escaso interés que el sector tiene para los más jóvenes»».
Cierto, los más jóvenes, no muestran mucho interés por ser conductor profesional. Horas, días fuera de casa, inseguridad vial, sin zonas seguras para aparcar o descansar y asearse, un salario bajo, enfermedades profesionales no reconocidas… por mencionar algunos de los elementos negativos que conlleva esta profesión.
Ayer, hoy, delante de la televisión o con su mirada fija en sus móviles, muchos de esos jóvenes, a punto de elegir que estudiar o qué hacer con su vida laboral, decidirán definitivamente que conducir un vehículo pesado no será su trabajo, su medio de ganarse la vida.
Es posible, seguramente, que esos mismos chicos, chavales, mañana y pasado, y todo el fin de semana, cuando esos 22.000 vehículos, y/o 100.000 más, comiencen a circular, cambien de idea. Cuando todo ese ejercito de “héroes sin capa, pero con ruedas»», comiencen a circular, a recorrer cientos de kilómetros transportando ayuda –mantas, ropa, comida, medicinas…- alguno piense que quizás no sean mala idea ser transportista, conductor, almacenista, repartidor.
Mola ser héroe, mola ser reconocido, mola que te alaben y, como sucedió en pandemia, te nombren los “salvadores del país»», “los que lo mueven»», los que consiguen “que la economía crezca»».
El problema, el gran problema, señores lectores es que ese mensaje no se dice lo suficientemente alto, o todos los miles, millones, de veces que se debería decir.
Todas las personas que formamos parte de Diario de Transporte queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo con las personas afectadas por la DANA en la Comunidad Valenciana y en las localidades de otras comunidades autónomas.
Se eliminarán los comentarios que contengan insultos o palabras malsonantes.