Descarbonizar el transporte de mercancías por carretera es complicado. Los autobuses y camiones eléctricos, además de ser caros y tardan mucho en cargarse.
El hidrógeno podría resolver el problema
Es fácil de transportar y puede repostar un vehículo pesado en minutos. Pero el hidrógeno, el más ligero de los elementos, tiene un bajo contenido energético, por lo que debe comprimirse para que quepa suficiente gas en un vehículo para que funcione. El problema: el hidrógeno es altamente inflamable y la compresión lo calienta.
“Hay que aumentar la presión con mucho cuidado, porque no se puede simplemente introducir gas a alta presión en un tanque», afirma Herman Roose, director financiero de Resato Hydrogen Technology, una empresa holandesa que trabaja en el repostaje de hidrógeno desde 2016. “Sin el enfoque adecuado, se calentará a más de 100 grados, lo cual es muy peligroso».
La alta presión es lo que convierte al hidrógeno en un combustible viable. Este gas, ligero y aireado, debe comprimirse a 700 bares para un automóvil y a unos 350 bares para un camión, aunque las nuevas tecnologías para vehículos pesados podrían requerir 700 bares.
El sistema en su conjunto necesita mantener una presión de 950 bares, aproximadamente equivalente a la presión en las profundidades del océano. «No es fácil», afirma Roose.
La tecnología de la empresa presuriza el gas sin que la temperatura suba demasiado rápido. Si esto ocurre, el sistema de bombeo se apaga. Llegar a una gasolinera y ver el mensaje «fuera de servicio» en un surtidor no es un gran problema cuando se puede conducir un par de kilómetros hasta la siguiente. S
in embargo, las estaciones de repostaje de hidrógeno estarán muy dispersas, a unos 200 kilómetros de distancia en las carreteras principales, según los planes de la UE.
Resato vende su sistema directamente a grandes operadores de estaciones de servicio, como Total (Francia) e Hypion (Alemania). Todo el proceso se integra en una estructura tipo cobertizo, ubicada sobre el suelo, que bombea hidrógeno comprimido a puntos de repostaje con boquillas especiales para automóviles, camiones y autobuses.
“Muchos operadores compran componentes para el repostaje de hidrógeno, los ensamblan y esperan que el sistema funcione», dice Roose. “Pero nosotros contamos con nuestra propia tecnología, totalmente integrada y propia».
El Banco Europeo de Inversiones firmó en enero una línea de crédito de riesgo de 25 millones de euros con Resato Hydrogen. La financiación fue posible gracias a una garantía de InvestEU .
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