El pasado 21 de noviembre tomaba posesión de su cargo, como Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. Un perfil polémico, llegaba al ministerio tras protagonizar varios duros enfrentamientos en su papel de portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, que pocos se esperaban entre asociaciones y entidades “prime»» del transporte de mercancías por carretera.
Sus primeras acciones y, ante todo, el perfil de altos cargos que ha elegido para que le acompañen en su gestión, no han gustado nada al sector, cuyo sentir se resume claramente en las palabras emitidas el pasado 25 de enero por Ovidio de la Roza, presidente de CETM, “lamentamos que la convocatoria de elecciones haya supuesto un semestre perdido para el transporte, con las negociaciones con el Ministerio interrumpidas»».

Sus declaraciones van más lejos al mostrar su “total enfado»», por el hecho de qué tras la formación del Gobierno, “pasaran tres meses hasta el momento que el CNTC, el pasado 15 de enero, se reunió con la nueva secretaria general, Marta Serrano, y la directora general de Transporte por Carretera, Roser Obrer, y sus correspondientes equipos»».
Quizás hubiera sido el momento, aunque fuera un “simple saludo de cortesía»», que el Ministro se pasará a saludar al Comité, hecho que ha sucedido con otros ministros. Finalmente, “la visita»» no se produjo y el CNTC se limitó a entregar un documento con las principales reivindicaciones del sector, muchas de ellas ya se estaban negociando con la anterior ministra, Raquel Sánchez. “Hasta este momento, no hemos tenido respuesta a ninguna cuestión, a pesar de que se nos aseguró que se mantenían las mesas de trabajo ya en marcha»».
Congreso de Bicicletas
Pero si la situación el 25 de enero era “extraña y compleja»» para el sector, en unos los transportistas españoles, una vez más, se verían inmersos en el conflicto de los agricultores franceses. O sea, en el corte de autopistas y mercancías tirada por el suelo, eso cuando no se robó con total descaro, delante de conductores y autoridades francesas.

Lo lógico, lo deseable, lo correcto que para eso le pagan, es que el nuestro Ministro estuviera atento, pendiente, incluso “in situ»» en lo que estaba sucediendo. El problema es que el nombre del ministerio lleva las palabras “Movilidad Sostenible»» y todos sabemos qué para una buena movilidad, la bicicleta es fundamental. En resumen, mientras los transportistas españoles han estado hora y horas sin poder circular, retenidos y esperando apoyo ministerial, Óscar Puente atendía a los “retos»» de moverse en bicicleta.
Retos explicados en la Conferencia de alto nivel, organizada en el marco de la presidencia belga del Consejo de la UE, sobre este modo de transporte, que, a juicio de Puente, “debe convertirse en un símbolo de Europa y, para lograrlo la Unión Europea debe ser proactiva e impulsar políticas que promuevan la movilidad activa»». De hecho, el ministro ha defendido la importancia de apostar en toda Europa por el uso de la bicicleta a través de programas de salud, educación y seguridad vial, atrayendo a los ciudadanos.

Reacción tardía
Finalmente, la presión de las asociaciones empresariales y sindicatos, la prensa, la opinión pública –probablemente influyo más ésta, siempre hay que intentar ganar algún voto-, el ministerio reacciono y “tímidamente»», en unión al propio presidente del Gobierno, se empezó a exigir a Francia, y a la Unión Europea, solución al caos de las carreteras francesas y los bloqueos.
También, a petición de las asociaciones, las tres más importantes Fenadismer, ASTIC y CETM, además de grandes patronales como AECOC o ACE, firmó una resolución para flexibilizar las horas de conducción de los conductores asalariados y lo transportistas afectados y así facilitar su actividad y minimizar el impacto de las protestas, sin duda la única acción con sentido de gobierno y que realmente ayudó a paliar la situación. Eso sí, la contundencia que exigían las diferentes corporaciones y asociaciones “no se ha percibido por ningún lado»», la postura del Gobierno de España ha sido prudente, por no decir “casi inexistente»».
Porque está claro que la reunión que mantuvo con la Comisaria de Transportes, Adina Vãlean, por supuesto, tras participar en la Conferencia de alto nivel de la UE sobre la bicicleta de poco sirvió. El problema es que de poco servirá en futuros conflictos, que seguramente se volverán a dar.

Buenas palabras, tras reiterar el ministro, la necesidad de que se cumplan los compromisos de ejecución de las conexiones transfronterizas incluidas en de la Red Transeuropea de Transporte y trasladar a la Comisaria la importancia de que la actual convocatoria de los fondos CEF eleve el nivel de cofinanciación recibido, valorando la calidad de la cartera española de proyectos.
Es evidente, que los transportistas españoles, claves para el desarrollo de la economía nacional, pero también la europea, se merecían algo más que buenas palabras hacia las autoridades europeas y, claro está, francesas. En definitiva, el sector del transporte de mercancías por carretera “seguirá esperando»» una implicación, “verdadera y auténtica»», del Ministro y su equipo en los graves problemas que tiene y que, previsiblemente, se agudicen en los próximos meses.
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