El correo electrónico de Diario de Transporte, nos ha enviado una nota de prensa UPATRANS Bierzo-León, para denunciar públicamente el comportamiento de la Guardia Civil con un camionero que regresaba a Ponferrada después de estar dos días en condiciones precarias parado en la zona del Levante por las consecuencias catastróficas de la DANA en la Comunidad Valenciana.
El comunicado:
El viernes, día uno de noviembre, un conductor de uno de nuestros socios, fue inmovilizado en las inmediaciones de Medina del Campo y se le impuso una sanción de 200 euros por circular estando restringida la circulación para camiones. Hasta ahí nada que objetar, si no fuera que el mencionado conductor estaba regresando de Valencia, en dónde había pasado el miércoles y jueves anteriores en unas condiciones muy precarias, dado que se vio directamente afectado por las inundaciones, ya que se encontraba en la zona cero de la N III , por lo tanto, estaba regresando en unas condiciones físicas y anímicas muy precarias tal y como se puede apreciar en los videos que gravó tanto en Valencia como en Medina del Campo.
La Dirección General de Transportes dictó una resolución para flexibilizar los tiempos de conducción y descanso de los conductores afectados por la DANA para que pudieran salir de allí y llegar a sus domicilios un poco antes. No fue así en el caso de la Dirección General de Tráfico que, una vez más, se mostró insensible con los conductores de los camiones y no levantó las restricciones previstas, ni tan siquiera para aquellos que circularan regresando del infierno en que se convirtió Valencia, ¿acaso la A6 estaba tan colapsada de turismos el día 1 de octubre a las 11 de la mañana como para no permitir regresar a sus casas a estos conductores?
Seguramente la DGT encontrará una buena disculpa, pero ellos y nosotros sabemos que tuvieron tiempo de sobra para modificar las restricciones para aquellos conductores afectados por la DANA de Valencia, entre otras cosas, los paneles de señalización variable están para eso, pero la realidad es que, mientras la autoridad competente en materia de transportes fue sensible con la situación vivida por los conductores de camión, la Dirección General de Tráfico no mostró la más mínima sensibilidad no empatía.
El agente que inmovilizó al camión, y por lo tanto a su conductor, lo hizo aplicando de manera estricta la norma, aunque los signos que mostraba el camión y el conductor eran evidentes para deducir de dónde venía, lo que no podemos dejar de reprocharle es que lo haya dejado en medio de un polígono industrial con todo cerrado y sin dinero, al haberse tragado un cajero su tarjeta al irse la luz en ese momento, ya que el conductor así se lo manifestó. No es objeto de esta nota reproducir lo que le contestó el agente, simplemente decir que se marcharon y allí lo dejaron abandonado, eso sí, con la advertencia de que no se moviera hasta las 15 horas y con una sanción de 200 euros.
Gracias al 112 que atendió al conductor y gracias al Ayuntamiento de Medina del Campo que envió una patrulla de la policía municipal para trasladarlo a Medina del Campo y le dieron un vale para poder comer, han demostrado tener mucha más sensibilidad con nuestro conductor que quienes dicen estar ahí para protegerlo todos los días del año.
Gracias al Bar Buda de Medina del Campo, que no sólo le dieron una comida caliente, sino que también le dieron calzado seco y ropa para mudarse. Gracias a los compañeros de Medina del Campo que, en cuanto tuvieron noticias de la situación se acercaron para acompañar al conductor y preocuparse también por el conductor.
Gracias así mismo al Delegado del Gobierno en Castilla y León que cuando tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo, se interesó por la situación, incluso llegando a hablar directamente con el conductor y siguió de cerca la evolución de la misma hasta que el mismo, al final, llegó a su casa, en Ponferrada, seis horas después de lo que debería de haberlo hecho.
Por supuesto que, más allá del testimonio del conductor, obran en nuestro poder las pruebas que corroboran lo aquí manifestado. En cualquier caso, estamos seguros que en algún recoveco de la norma se podría haber encontrado la excepción a aplicar al caso que nos ocupa, si esto no era un caso de emergencia y fuerza mayor, que venga Dios y lo vea.
¿Cómo es posible que ni DGT ni el propio agente se hayan puesto en el lugar del conductor?
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